Vuelco significativo en el accionariado de CaixaBank. La aseguradora Mutua Madrileña e Inbursa, el grupo financiero mexicano controlado por Carlos Slim, han tomado posiciones como accionistas de referencia del banco tras acudir con fuerza a la venta de acciones que CaixaBank ejecutó ayer de forma acelerada. La inversión conjunta de ambas firmas ronda los 380 millones de euros.

Esta operación permitirá a ambos inversores embolsarse más de 20 millones de euros al año en concepto de dividendos. El grupo asegurador recibirá más de 16 millones de euros, y el magnate latinoamericano más de 5 millones, mientras el grupo catalán mantenga su actual política de retribución al accionista. CaixaBank ofrece actualmente una rentabilidad por dividendo de en torno al 6%.

Mutua Madrileña, con una inversión aproximada de 280 millones de euros, ha alcanzado el 2,13% del capital social de CaixaBank, lo que le sitúa como accionista de referencia del banco. Este paquete de títulos es el segundo mayor entre los accionistas de CaixaBank, tras  el de CriteriaCaixa, que controla un 46,9% del banco.

Esta operación refuerza la alianza que el banco y la aseguradora mantienen desde 2011, cuando Mutua Madrileña adquirió el 50% de SegurCaixa Adeslas, integrándola en el grupo empresarial de Mutua.

Además, Inbursa, el grupo financiero del magnate mexicano Carlos Slim ha tomado una participación valorada en 100 millones de euros, según diversas fuentes del mercado. Esta inversión le permite tomar posesión de en torno al 1% del capital del banco.

La entidad catalana e Inbursa también han mantenido fuertes vínculos desde hace años, ya que CaixaBank entró en el accionariado del grupo mexicano en 2008, llegando a poseer hasta un 20% del mismo. Esa participación, que en 2015 fue traspasada a Criteria, ha ido menguando, no obstante, en los últimos años.

La entrada de Mutua Madrileña e Inbursa en el accionariado de CaixaBank ha tenido lugar durante el proceso de venta de 585 millones de acciones, representativas de un 9,9% del capital del banco, valoradas en 1.322 millones de euros. Estos títulos formaban parte de la autocartera de la entidad catalana. La operación tiene como objetivo evitar un deterioro de su solvencia y sus ratio de capital a causa de la opa que ha lanzado para hacerse con el control  total del grupo portugués BPI, del que ya posee un 45,5% del capital. La entidad que preside Jordi Gual podría llegar a desembolsar hasta 900 millones de euros si todos los accionistas del banco luso aceptan la oferta.

Las casas de análisis valoran de forma positiva la operación realizada por el banco, ya que le permite mantener una ratio de solvencia CET-1 “fully loaded” sin realizar una ampliación de capital, que sería dilutiva para los accionistas. No obstante, el banco la ha recibido con un notable castigo en el mercado, con recortes superiores al 3,5%, hasta los 2,25 euros, ligeramente por debajo del precio al que se cerró ayer la operación de venta de títulos. El valor bursátil de CaixaBank se sitúa ahora por debajo de los 13.500 millones de euros.

Ignacio Garralda, presidente de Mutua Madrileña, señala que la apuesta por CaixaBank “es una atractiva oportunidad de inversión precisamente en unos momentos en los que la renta fija, tradicional foco de la inversión financiera del sector asegurador, presenta rentabilidades próximas al 0%.”