La salida a bolsa de Telxius, la filial de Telefónica que aglutina los activos de infraestructuras de comunicaciones, se cancela. La ausencia de demanda por parte de los inversores ha obligado a la compañía a dar un paso atrás y aplazar la operación con la que pretendía captar más de 1.000 millones de euros, tal como adelantó El Independiente esta mañana. El grupo que dirige José María Álvarez-Pallete lo ha confirmado ahora mediante un hecho relevante a la CNMV.

La operadora había barajado rebajar la horquilla de precios inicial, situada entre 12 y 15 euros, a un rango de entre 11 y 11,5 euros. Pero, finalmente, ha decidido no vender a ese precio porque considera que supone “malvender la compañía, algo a lo que no está dispuesto Telefónica”, apuntan fuentes cercanas a las entidades colocadoras.

El rango inicial de precios que fijó Telefónica valoraba la filial de infraestructuras entre 3.000 y 3.750 millones de euros, con lo que, colocando en torno al 40%, el grupo planeaba ingresar entre 1.090 y 1.365 millones. Estas cifras representaban ya unas valoraciones inferiores a las de otras firmas del sector de las infraestructuras de telecomunicaciones, como Cellnex. Coloca Telxius a entre 11 y 11,5 euros suponía otorgar una valoración de entre 2.875 millones y 2.7750 millones a la compañía, lo que habría permitido a Telefónica captar entre 999,9 y 1.045 millones de euros, cifra inferior a la barajada por el gigante de las comunicaciones.

A las 13.00 de hoy se cerró el libro de ventas y Telefónica, hasta ahora, ha estado deliberando sobre si seguir adelante con la operación a un precio inferior al deseado o aplazarla hasta que el mercado muestre más apetito.

El fracaso de esta operación supone un importante revés para el grupo que lidera José María Álvarez-Pallete, ya que compromete la posibilidad de que Telefónica saque a bolsa su filial británica O2, otra de las operaciones claves para la compañía para reducir su elevado apalancamiento.

Fuentes conocedoras de la operación apuntan que Goldman Sachs, uno de los coordinadores globales de la OPV, ha liderado las negociaciones con los inversores en las horas previas al cierre del libro de ventas, sin conseguir que la operación se cierre con éxito.

Ayer por la noche, fuentes próximas a la operación aseguraron a El Independiente que grandes fondos de inversión habían manifestado su intención de respaldar la colocación por debajo de 12 euros, pero no habían cursado órdenes vinculantes.

Además de Goldman Sachs, JP Morgan, BBVA y CaixaBank eran los coordinadores globales conjuntos y colocadores de la OPV, mientras que BNP Paribas, Citigroup, HSBC, Mediobanca, Banco Santander y UBS actuaban como colocadores conjuntos.

Uno de los problemas que ha encontrado Telxius es que presenta una particularidad frente a sus competidores, al obtener más de la mitad de sus ingresos a partir del negocio del cableado submarino, sin comparables en el parqué. De hecho, los expertos sugieren que la valoración de esta división ha sido uno de los principales escollos que ha encontrado la operadora para convencer a los inversores.

La venta de Telxius se englobaba dentro de la estrategia de Telefónica por reducir su elevado apalancamiento. Según N+1, Telefónica acumula deuda por valor de 56.000 millones de euros, incluidos bonos híbridos. La firma de análisis considera que una hipotética venta del 40% de O2 y de Telxius, junto a la generación orgánica de flujos libres de caja, habría permitido a Telefónica reducir su deuda en más de 6.500 millones de euros entre 2016 y 2017.

Ahora, sin embargo, el fracaso de la OPV de Telxius y las escasas posibilidades de que O2 pueda salir a cotizar dan al traste con los planes de Álvarez-Pallete de desapalancar la compañía.