Protagonista de varios de los grandes momentos del macrojuicio por el uso de las tarjetas black, hoy ha sido su turno para ser interrogado. El ex jefe de la Casa del Rey Rafael Spottorno, que también fue director de la Fundación Caja Madrid entre 2002 y 2011 –y, por ello, miembro del comité de dirección de la caja-, ha explicado que recibió su tarjeta para gastos de “libre disposición”, con un “límite que no podía superar” y que se le explicó que no rec ibiría “información ni extractos” de sus gastos.

“La tarjeta era parte de mi retribución, siempre lo entendí así”, ha apuntado Spottorno, que ha precisado que se reunió con el presidente de la caja, Miguel Blesa, para negociar su salario como director de la Fundación y que le explicó que incluía “una retribución fija, una variable y una tarjeta”.

Spottorno, que llegó a gastar con su tarjeta más de 235.800 euros, ha admitido que, como se trataba de su retribución personal, “intentaba agotar el saldo” de la misma. Además de la tarjeta supuestamente opaca con carácter retributivo, él disponía de otra tarjeta para gastos de representación que le facilitó directamente la Fundación Caja Madrid.

El exjefe de la Casa Real ha indicado que él elaboraba su declaración de la renta utilizando la información que le facilitaba la entidad con sus retribuciones. “Siempre di por bueno el certificado de retenciones” que le remitía la entidad.

Spottorno ha protagonizado varias anécdotas desde que arrancara el juicio por el uso fraudulento de tarjetas de Caja Madrid y Bankia por parte de consejeros y directivos de las entidades. En una de las jornadas se equivocó y se sentó entre los acusados del caso Gurtel, cuyo juicio también se celebra en la sede de la Audiencia Nacional de San Fernando de Henares.

Asimismo, el exjefe de la Casa Real intentó que la Policía tomara medidas para evitar que un grupo de afectados por las preferentes de Caja Madrid insulte a los acusados a la entrada y la salida del juicio. Los agentes no alejaron a los autores de los abucheos y los insultos, y se limitaron a explicar a Spottorno que los concentrados estaban en la vía pública.