LaLiga, organización que agrupa a los clubes de fútbol de Primera y Segunda División, ha dado por liquidada en el mes de septiembre la deuda exigible que tenían con Hacienda y que hace dos años era aún de 56 millones de euros.

Este concepto de deuda engloba aquella que se mantiene una vez agotado el periodo voluntario de pago y sobre la que no cabe aplazamiento. En estos casos cabe la posibilidad de que Hacienda, si lo ve necesario, recurra al embargo de bienes.

Esta cuenta no incluye, por tanto, el resto de pasivos de los clubes con el fisco, que ascienden aún a 230 millones de euros, de los que 69 millones corresponden a aplazamientos de las retenciones por IRPF y 161 millones, a la aprobación de concursos de acreedores en la que se ha visto implicada la Agencia Tributaria (AEAT).

No obstante, en caso de que esta deuda pendiente no se absorba de acuerdo con los plazos legales puede volver a engrosar de nuevo esa cuenta exigible, que genera intereses de demora.

LaLiga maneja un calendario de pagos no acordado con la AEAT que supuestamente evitará este paso atrás. Sostiene que, considerando los calendarios de amortización previstos para las próximas temporadas, la evolución de la deuda con la AEAT se reducirá en 79 millones de euros más durante los próximos 10 meses y en otros 160 millones de euros hasta la temporada 2019-2020.

Tras estas reducciones, la deuda que quedaría una vez finalizada la temporada 2019-2020 sería residual, derivada de créditos concursales con calendarios superiores a este periodo.

La cuenta pendiente se reduce a la mitad

En cualquier caso, estas cifras reflejan que los clubes de fútbol han reducido sus deudas con Hacienda prácticamente a la mitad desde septiembre de 2014, cuando el pasivo era de 432 millones de euros.

Una evolución similar se observa en las cifras que maneja la propia AEAT. Los últimos datos disponibles sitúan esta cuenta en algo más de 400 millones de euros, prácticamente la mitad que al cierre de 2011, cuando rondaba los 750 millones.