Snapchat sigue dando pasos hacia su cada vez más probable salida a bolsa. La compañía presidida por Evan Spiegel acaba de contratar a los bancos de inversión Morgan Stanley y Goldman Sachs para preparar el salto al mundo bursátil con la primavera de 2017 como objetivo, según informa Financial Times.

La aplicación, que recientemente ha cambiado su nombre por Snap Inc., está valorada en alrededor de 25.000 millones de dólares, más de 22.500 millones de euros. Protagonizaría la sexta mayor salida a bolsa en Wall Street desde el año 2008, y la más importante desde que debutara en el parqué el gigante del comercio electrónico Alibaba.

La valoración puede ser un poco alta, pero no es ni mucho menos una cantidad disparatada. En el pasado mes de mayo Snapchat fue valorada en 17.000 millones de dólares, casi 15.500 millones de euros, después de levantar una ronda de financiación de 1.800 millones de dólares con el mediático fondo Sequoia como principal protagonista.

Con esa operación la compañía con sede en Los Angeles superaba la barrera de los 3.000 millones de dólares, más de 2.700 millones de euros, en financiación.

Si se materializa el debut bursátil de la compañía la posición de su CEO quedaría totalmente reforzada. Evan Spiegel, fundador y actual consejero delegado, rechazó en el año 2013 una oferta de 3.000 millones de dólares del mismísimo Mark Zuckerberg. El dueño de Facebook intentó hacerse con la compañía, pero su homólogo no se cegó por la enorme cifra y decidió apostar por su idea. Parece que esta apuesta está presta a dar sus frutos.

Ingresos discretos

Pese a todas estas mareantes cifras, lo cierto es que Snapchat aún no ha demostrado su capacidad para generar grandes ingresos que puedan justificar una valoración tan espectacular. La red social espera cerrar el año 2016 con unos ingresos de entre 250 y 350 millones de dólares, una cifra que según sus previsiones se elevará hasta rondar los 1.000 millones de dólares, o 905 millones de euros, a cierre del año 2017. El pasado año apenas consiguieron alcanzar la más que discreta barrera de los 60 millones de dólares.

El gran problema de Snapchat es que la única vía para generar en ingresos es la publicidad. El coste de los anuncios vienen marcado por la cantidad de gente a la que impactan, algo muy difícil de medir por las propias características esenciales de la red social, en la que las fotos desaparecen 24 horas después de publicarlas. De esa manera a la compañía le cuesta sacar métricas fiables de la misma manera que sí lo hacen Facebook o Twitter.

Aún así, los informes de e-Marketer, una firma estadounidense de estudios de mercado propiedad del grupo Axel Springer, vaticinan que en el año 2016 Snap Inc. ingresará 367 millones de dólares por publicidad, y que este concepto se disparará un 155% hasta los 936 millones de dólares, 850 millones de euros, en 2017. Si estos pronósticos se confirman, las expectativas de la compañía quedarían totalmente cumplidas.

Diversificación

Uno de los grandes valores de Snapchat es que parece aprender de los errores que han cometido el resto de las redes sociales. A éstas les resulta casi imposible generar ingresos más allá de la publicidad, por lo que negocio no está nada diversificado y es muy dependiente de los anunciantes.

Por eso Snap Inc. ha decidido embarcarse en la distribución de hardware, abriendo así una nueva vía de ingresos y de paso fidelizando aún más a sus 150 millones de usuarios activos diarios. En otoño llegará al mercado el primer wearable de la compañía: Spectacles. Son unas gafas que integran una cámara que permite al usuario grabar y subir a la red social vídeos de hasta 10 segundos en primera persona.

Este dispositivo permite grabar con un ángulo de 115 grados, superando con mucho la capacidad de un smartphone, y tendrá un coste de 130 dólares.