Mucho se ha hablado de cómo ha perjudicado el bloque político a la buena marcha de la tan mencionada recuperación económica. En los meses que ha sumado el Ejecutivo del PP en interinidad, antes de la investidura de Mariano Rajoy, los mercados no han castigado a España, con las principales referencias macroeconómicas siguiendo las líneas marcadas por el resto de socios continentales y por el avance de las cifras en locomotoras económicas como Estados Unidos.

Prima de riesgo

Esta referencia macroeconómica, que otrora ocupaba portadas y era protagonista en barras de bar, ha evolucionado de manera positiva desde que el pasado 20 de diciembre de 2015 los españoles votaran a los diputados de la legislatura más corta de la democracia española.

En el tiempo de descuento del año pasado, la diferencia entre el bono español a 10 años y el bund (bono) alemán era de 115 puntos básicos. El pasado viernes, última sesión de negociación antes de la sesión de investidura, cerraba en 105 puntos básicos. A lo largo de estos 11 meses, el riesgo país español ha fluctuado tocando máximos de 179 puntos básicos -el pasado 24 de junio tras la repetición de los comicios- y mínimos de 97 enteros, el 11 de octubre.

Sí es cierto que ese punto más alto, a finales del mes de junio tras las segundas elecciones, se corrigió rápidamente en tres jornadas en las que la prima de riesgo volvió a estabilizarse en el entorno de los 122 puntos básicos.

Bono a 10 años

Es la rentabilidad fija que ofrecen los países al captar deuda. Cuanto mayor sea el riesgo de un impago, más intereses tendrá que asumir el país. El viernes previo a las elecciones del 20-D la rentabilidad ofrecida por los títulos a 10 años alcanzaba el 1,70%, una cifra muy superior al 1,23% actual. Esto quiere decir, en esencia, que al Gobierno le cuesta menos dinero financiarse cuando acude a los mercados.

En los meses de bloqueo político la rentabilidad de estos bonos ha llegado hasta el 1,88% apenas tres días después de aquellos comicios. Sin embargo, poco a poco fue relajándose de forma progresiva hasta, incluso, cerrar dos meses consecutivos por debajo del punto porcentual. Es el caso de agosto y de septiembre, cuando este indicador cerró en el 0,95% y el 0,93% respectivamente. El punto más bajo, en cualquier caso, fue el 28 de septiembre cuando la sesión llevo la rentabilidad de estos títulos hasta el 0,89%.

Deuda pública

Es uno de puntos más negros de Gobierno de Rajoy tanto durante la legislatura como en los meses en los que ha ejercido su cargo de manera interina. La deuda pública es un indicador en el que hay que tener en cuenta muchas variables, pues se calcula en relación con el Producto Interior Bruto (PIB). Eso significa que un descenso en este indicador ni siempre significa que hay menos deuda, sino que la producción interior ha crecido.

En cualquier caso, el año 2015 quedó atrás con una deuda pública equivalente al 99,80% del PIB. Eso significaba que cada español, de media, debía 23.067 euros. En el segundo trimestre del año 2016, el último del que se han publicado datos actualizados, la deuda superaba en un punto porcentual el 100% y cada español debía ya 23.787 euros por cabeza.

Una buena muestra de la volatilidad de este mercado está en la cantidad total que debe España en relación con el porcentaje del PIB. A cierre del primer trimestre de este año la deuda se situaba en el 101,1% y la cantidad alcanzaba los 1.095 billones. Por contra, tras el segundo trimestre, el porcentaje se redujo hasta el 101% y la cantidad adeudada creció hasta los 1,106 billones de euros.

Encuesta de Población Activa

Otro de las datos que son positivos sin que la situación de interinidad del Ejecutivo haya influido en su marcha. La Encuesta de Población Activa (EPA), que publica el Instituto Nacional de Estadística (INE) de manera trimestral, del último periodo del año 2015 arrojaba una tasa de paro del 20,9% y 4,78 millones de personas en situación de desempleo.

Las cifras de personas que no tienen trabajo están muy lejos de ser buenas, y aún pasarán años antes de que puedan ser calificadas así, pero la evolución positiva sí se ha dejado notar. A cierre del tercer trimestre del año en curso el porcentaje de desempleados alcanzaba el 18,9% con 4,32 millones de parados.

Déficit público

Se habla de déficit cuando la diferencia entre los ingresos y los gastos del Estado es negativa. En España este marcador está compuesto por el déficit del Estado, el de las Comunidades Autónomas y el de los ayuntamientos. De manera similar a la deuda, está relacionado con el Producto Interior Bruto (PIB) para calcularlo.

El año 2015 cerró con un déficit público del 5,08%, una cifra que incumplía las exigencias de Bruselas. Gracias a la influencia alemana en las autoridades continentales, España logró esquivar una multa equivalente al 0,2% del PIB, unos 2.200 millones de euros, pero tendrá que aplicar medidas para estar por debajo del 4,6% a final de este año y por debajo del 3,1% en el año 2017.

De momento, en el primer trimestre del año 2016, el único del que se tienen datos publicados, el déficit alcanzó el 0,74% del PIB. Es un dato levemente peor que en el mismo periodo de 2015, cuando se quedó en el 0,72%.