El gigante del bajo coste quiere serlo aún más. Ryanair, la mayor aerolínea europea por número de pasajeros, teme los efectos que el Brexit tendrá en su negocio y en sus resultados este año, quizá el siguiente. Pero a largo plazo la compañía sigue queriendo comerse el mundo y ha disparado su previsión de viajeros.

Ryanair se ha marcado un nuevo objetivo de 200 millones de pasajeros para 2024, disparando la meta de 180 millones para ese mismo ejercicio que hasta ahora manejaba. La aerolínea irlandesa confía cerrar el presente año fiscal –con cierre a finales de marzo- con 119 millones de viajeros transportados.

En apenas siete años, el grupo pretende pues sumar más de 80 millones de pasajeros adicionales al año. Una previsión que la dirección de la compañía ve factible gracias a seguir bajando el precio de sus billetes y controlando aún más sus costes, y con el respaldo de la ampliación de flota de aviones prevista para los próximos ejercicios tras el macropedido de 175 aeronaves sellado con Boeing.

El Brexit pesa, pero sólo ahora

“A pesar de la incertidumbre que genera el Brexit, Ryanair cree que puede alcanzar un crecimiento rentable gracias a controlar costes, bajar tarifas y maximizar la ocupación de los aviones, de forma que beneficiemos a los clientes, a la plantilla y a nuestros accionistas”, ha subrayado Michael O’Leary, consejero delegado de Ryanair.

La aerolínea de bajo coste ha reconocido el impacto que este año tendrá en sus cuentas el Brexit. La compañía revisó a la baja hace un par de semana su previsión de beneficio para este ejercicio. Ahora maneja una estimación de beneficio neto de entre 1.300 y 1.350 millones de euros, frente a la horquilla de entre 1.375 y 1.425 millones que mantenía hasta mediados de octubre.

El parón del crecimiento en el mercado británico (del 12% previsto antes del referéndum del Brexit se pasará al 5%) y el impacto de la debilidad de la libra (un 26% de las ventas se pagan en la moneda británica) suponen un lastre para las cuentas. Ryanair se sumaba así a los profit warning –rebaja de previsiones- realizados por otras aerolíneas, como IAG (matriz de British Airways, Iberia y Vueling) o easyJet.

La compañía ha anunciado su nuevo objetivo de 200 millones de pasajeros aprovechando la presentación de los resultados correspondientes al primer semestre de su año fiscal. Ryanair ha elevado un 7% su beneficio neto en esos seis meses, hasta los 1.168 millones de euros. Un periodo en el que el grupo aéreo ha incrementado un 2% sus ingresos, hasta 4.132 millones, y ha disparado un 12% su tráfico de pasajeros, hasta rozar los 65 millones de viajeros, tras rebajar un 10% el precio medio de sus billetes, hasta los 50 euros.