La comisión parlamentaria del Pacto de Toledo prevé iniciar antes de que acabe el mes de noviembre una ronda comparecencias de expertos y agentes económicos en busca de posibles soluciones a los problemas de solvencia de las pensiones públicas. Estas ideas se debatirán y plasmarán en un dictamen final, que se trasladará al Gobierno para que sirva de base de nuevas reformas del sistema.

Uno de los ponentes será el presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor. Por el momento, la organización se encuentra estudiando una batería de propuestas bajo la máxima de que lo más probable es que en el futuro sea necesario trabajar más para cobrar una pensión menor, si se quiere que el sistema no quiebre.

Entre las opciones en estudio, una no sería para nada popular. Se trata de la posibilidad de establecer una cuota de entre el 0,25% y el 1% en el IRPF a pagar de forma extraordinaria y temporal por los trabajadores, tanto autónomos como asalariados, para reflotar las pensiones en caso de necesidad.

Amor asegura que este planteamiento goza ya del visto bueno de algunos grupos parlamentarios y estudiosos de la materia. Lo cierto es que es generalizada la idea de que el déficit de las pensiones requiere de medidas sobre todo encaminadas a incrementar sus ingresos.

La cuota sería excepcional, temporal y progresiva

Concretamente, ATA está diseñando una cuota “execepcional” y de “duración determinada”, que sería progresiva en función del nivel de ingresos del trabajador. Así, un empleado que cobrara hasta 18.000 euros anuales netos tendría que hacer frente a una cuota adicional en el IRPF del 0,25%. A  partir de ahí, la aportación iría en aumento hasta el 1%.

Desde ATA explican que, aunque la idea “ha gustado”, debe seguir sustanciándose en el laboratorio de la organización para ver su viabilidad.

Otras propuestas de ATA formuladas más en firme se refieren a la necesidad de sacar del ámbito contributivo el pago de prestaciones asistenciales como viudedad y orfandad, reducir los límites que existen actualmente para compatibilizar el empleo con el cobro de la pensión y destopar las bases de cotización de los autónomos.

ATA va más allá que Báñez

Si la ministra de Empleo, Fátima Báñez, planteaba hace un mes la posibilidad de compatibilizar el empleo con el cobro del 100% de la pensión, en lugar del 50% actual, ATA quiere ir más allá. Tal y como establece la norma vigente, para poder hacer compatibles ambos ingresos, el beneficiario debe tener cumplida la edad legal de jubilación y haber generado el derecho al cobro del 100% de la pensión.

Los autónomos argumentan que estos límites no tienen sentido y que se debe permitir que puedan tomar esta opción trabajadores que, cumpliendo con la edad legal de jubilación, no hayan podido más que trabajar 25 años y no tengan derecho al 100% de la prestación.

También proponen facilitar que los trabajadores compatibilicen empleo y pensión y destopar bases de cotización

En compensación, ATA propone que, en lugar de pagar una tipo de cotización especial de solidaridad del 8% no computable para prestaciones, como se dispone en la norma, para ellos se eleve al 10% y sirva para sufragar en tiempo real sus pensiones.

Esta medida, argumentan, permitiría mantener muchos puestos de trabajo, generadores de empleo en el caso de los autónomos, con los consiguientes ingresos por IRPF, al tiempo que se estaría financiando el sistema público de pensiones.

La organización que preside Lorenzo Amor tiene cifras. Estima que, en tanto que el 80% de los 31.000 trabajadores que actualmente compatibilizan empleo y pensión son autónomos, este número se podría multiplicar por cuatro con esta medida, hasta las 150.000 personas.

Destopar bases de cotización

Otra de las opciones que Amor prevé exponer ante la comisión del Pacto de Toledo es la opción de destopar las bases de cotización por contingencias comunes de los trabajadores autónomos. En la actualidad, estas bases van desde una mínima de 893,10 euros al mes a una máxima de 3.642 euros.

Sin embargo, existen límites que impiden a ciertos autónomos alcanzar la base máxima y, en consecuencia, optar a mayores prestaciones en el futuro. En este sentido, la normativa es compleja pero, por ejemplo, la base de cotización de los autónomos que a 1 de enero de 2016 tuvieran 48 o más años estará comprendida entre los 963,30 y 1.964,70 euros mensuales.