Fomento ha adjudicado formalmente a Talgo el contrato para fabricar al menos 15 trenes de alta velocidad y mantenerlos durante un mínimo de 30 años. Se trata del mayor pedido de la historia de Renfe, ya que el encargo a la compañía con sede en Las Matas (Madrid) puede ascender a 30 trenes, totalizando 1.491 millones de euros. Solo los 15 trenes salen por 786,4 millones de euros -a 22 millones por tren-, los 30 salen a 49,7 millones. Mucho menos que los 88 millones que aparecían en la licitación inicial, de hace un año.

En otras palabras, el fabricante propiedad de la familia Oriol venderá trenes un 43% más baratos de lo que pedía Renfe. La firma española se impone así a CAF y a la francesa Alstom, que ha pedido información extra a Renfe acerca de los criterios del concurso y manifestado sus dudas sobre los requisitos aportados por Talgo, que presenta su tren Avril, cuya puesta de largo se ha realizado recientemente.

En declaraciones a este medio Alstom asegura que de momento no se plantea tomar más medidas más allá de requerir la información necesaria en aras de la transparencia. Es asimismo la primera vez que Talgo se adjudica por sí sola –sin colaboración con otras empresas como Alstom, Siemens o Bombadier- un suministro de esta índole en España.

El anuncio ha sido hecho por Íñigo de la Serna, ministro de Fomento. "Es el mejor tren para Renfe, es el más moderno y también el más barato del mercado", ha recalcado el ministro. El Avril optimiza el espacio, con filas de cinco asientos en vez de las cuatro tradicionales. Cada asiento tendrá una pantalla en el asiento delantero.

De 90 millones a 22 por tren

La rebaja de Talgo sobre el contrato inicial es considerable: en diciembre de 2015 se anunció el macropedido por valor de 2.642 millones (30 trenes). Ahora se adjudica por 1.491. Es decir, de 90 millones por tren de alta velocidad, Talgo lo recorta hasta 22,5 millones. Sin duda, como dice De la Serna, el más barato del mercado.

La entrega deberá producirse en tres años y dos meses (36 meses). Si es necesario, Renfe encargará una segunda tanda de otros 15 trenes. El contrato creará mil empleos según Talgo. Según Pablo Vázquez, presidente del operador, la compra “no afectará ni al déficit ni a la deuda pública” ya que Renfe lo pagará con recursos propios y más deuda (de 5.000 millones, un 40% menos que en 2012; una cuantía que contrasta con el administrador de la infraestructura, Adif, cuyo pasivo subirá al final de 2016 hasta los 20.000 millones).