El superávit de los ayuntamientos ha compensado el déficit público del resto de las administraciones en los últimos años y, si no ha logrado que España cumpliera año tras año con los compromisos adquiridos con Bruselas, al menos ha permitido que las desviaciones no fueran todavía mayores.

Sin embargo, el saldo positivo de sus cuentas se va a deteriorar este año y el que viene. Así lo ha advertido la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) en su informe sobre los proyectos y las líneas fundamentales de los Presupuestos locales para 2017.

AIReF prevé que este saldo reduzca del 0,5% del PIB en 2015 al 0,3% en 2017

El escenario central que maneja el organismo que preside José Luis Escrivá prevé que el superávit local del 0,5% del PIB en 2015, sin el que el déficit de las administraciones públicas habría rondado el 5,5% del PIB en lugar del 5% definitivo ese año, se reducirá al 0,4% en 2016 y al 0,3% en 2017.

En términos de gastos e ingresos, ambos componentes están disminuyendo en relación al PIB en los ayuntamientos, con mayor intensidad en el caso de los ingresos, de ahí este deterioro.

El documento pone el acento en tres cuestiones a vigilar: los ingresos por el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) se han reducido a la mitad, la regla de gasto no se aplica empezando por los grandes ayuntamientos y la falta de acuerdo político en muchos consistorios bloquea los planes de corrección.

El IBI es una de las principales fuentes de financiación local. AIReF achaca el descenso en su recaudación a que en 2016 no se prorrogaron los tipos incrementados de este impuesto, que se empezaron a aplicar de manera transitoria en 2012 para sanear las cuentas de los ayuntamientos, pero que se mantuvieron hasta el pasado año.

El resultado es que los ingresos, después de haber aumentado de media un 6% en esos años, lo harán solo en un 2% en 2016 y en algo más de un 3% en 2017. Para el próximo año está prevista la puesta en marcha de una revisión catastral en unos 2.500 ayuntamientos, un tercio del total, que debería reportarles mayores ingresos por IBI.

Tras el superávit de los ayuntamientos se esconden incumplimientos

Por el lado del gasto, AIReF lleva tiempo lanzando alertas sobre la falta de control de los desembolsos en las administraciones. Y es que, detrás del superávit agregado de los consistorios se esconden muchos casos de incumplimiento de las reglas de equilibrio fiscal.

Cuando un ayuntamiento incumple los objetivos de déficit, de deuda o la regla de gasto está obligado a presentar un Plan de Económico Financiero (PEF) para el año en curso y el siguiente, con una senda de corrección.

Detrás del superávit agregado de los consistorios se esconden muchos casos de incumplimiento de las reglas de equilibrio fiscal.

Sin embargo, solo un 54% de los que tenían que haberlo hecho en 2015 cuentan a día de hoy con un PEF aprobado y en vigor, en muchos casos por las dificultades para aprobarlo en el pleno de la corporación.

Por su parte, la regla de gasto establece que las administraciones no pueden incrementar sus desembolsos por encima del crecimiento potencial de la economía a medio plazo, que en 2016 se ha fijado en el 1,8%. Solo es posible superar este límite si la excepción se compensa con incrementos de ingresos con carácter permanente.

Pero en la práctica, esto no se cumple siempre. Según AIReF, una aplicación en sus términos permitiría elevar el superávit de los ayuntamientos hasta el 0,5% del PIB este año y el próximo.

Así, ayuntamientos como los de Madrid, Barcelona, Sevilla, Málaga o Zaragoza incumplieron la regla de gasto en 2015 y los dos primeros probablemente lo volverán a hacer en 2016. Fuentes de AIReF temen en este sentido que esta mala práctica se extienda como un efecto contagio por otros consistorios.