Gas Natural Fenosa ha dado ya el primer paso en la batalla legal para recuperar el control de su filial colombiana. El grupo energético español ha presentado un recurso administrativo ante las autoridades del país sudamericano para echar atrás la decisión del Gobierno de Colombia de intervenir su filial Electricaribe hace ahora un mes. La eléctrica esgrime fallos técnicos y de procedimiento por parte del Ejecutivo colombiano para intentar revocar la intervención y retomar la gestión, según confirman a El Independiente fuentes conocedoras del expediente.

No se trataba de una expropiación, porque Gas Natural mantiene la propiedad del 85,38% del capital de su filial, pero el  Ejecutivo de Juan Manuel Santos tomó el control de los bienes, haberes y negocios de la sociedad ante el riesgo de impago a sus proveedores y de suspensión del servicio. Y ahora Gas Natural busca revertir la medida y volver a pilotar la actividad de la compañía local, que arrastra graves problemas de tesorería por una deuda de más de 1.200 millones de euros generada por el impago de los clientes y por un fraude masivo.

Denuncia en el Banco Mundial, siguiente paso

El de hoy puede ser sólo la primera etapa de una guerra legal mayor. Y es que Gas Natural Fenosa ya invocó el acuerdo para la protección recíproca de inversiones entre Colombia y España para tratar de encontrar una solución pactada al agujero de 1.260 millones, que el grupo español considera que alimenta la propia Administración colombiana al no disponer de un marco legal adecuado que proteja su actividad.

Una vez invocado el acuerdo de inversión bilateral, Gas Natural Fenosa y el Ejecutivo del país disponían de un plazo de seis meses para negociar un acuerdo antes de que la compañía denuncie a Colombia ante el tribunal de arbitraje internacional del Banco Mundial, el Ciadi. Ese plazo de seis meses expira el próximo 17 de enero. Antes de dar ese paso, que fuentes del mercado dan por seguro que se producirá, la compañía ahora presidida por Isidro Fainé ha decidido recurrir a los tribunales del país para revertir la intervención pública.

Un agujero de 1.200 millones

La filial de Gas Natural soporta fuertes problemas de tesorería, como resultado del agujero de 1.260 millones de euros que arrastra por el impago de facturas por parte de los clientes y por el fraude. La filial, que ha provisionado el 83% de ese importe, había dejado de pagar a algunos proveedores como consecuencia de los impagos y había empezado a tener problemas en la calidad de suministro.

El Gobierno colombiano justificó su decisión de intervenir temporalmente la sociedad –ejecutada el pasado 15 de noviembre- en que era la mejor forma de garantizar el suministro eléctrico en las zonas en que opera porque la “falta de capitalización” de Electricaribe lo ponía en riesgo.

La crisis de Electricaribe, que cuenta con 2,5 millones de clientes en siete departamentos de la costa atlántica colombiana, viene motivada por un círculo nefasto de difícil solución. El fraude masivo en las conexiones consentido por las autoridades y el impacto de una buena parte de los clientes de sus recibos de luz (entre ellos, los propios edificios de administraciones públicas) han hecho que la filial de Gas Natural haya acumulado una deuda por este motivo de casi 1.260 millones de euros. Y los problemas de tesorería generados por los impagos han hecho que la compañía no haya invertido todo lo necesario para garantizar la calidad del suministro -que se había resentido y había provocado protestas entre los usuarios- y que fuera a dejar de pagar a algunos proveedores, entre ellos, el propio Estado colombiano como generador de electricidad.

La compañía española llevaba desde hace meses en negociaciones en un intento que el Gobierno colombiano tomara la iniciativa en la crisis de los impagos, asumiendo total o parcialmente la deuda, avalando los impagos, o garantizando ayudas para los clientes con mayores problemas económicos. El Gobierno colombiano optó por tomar el control de la filial eléctrica, al menos de manera temporal.

Gas Natural Fenosa se apresuró tras la intervención a intentar tranquilizar a los inversores y accionistas sobre el alcance de los problemas en Colombia. El grupo ha aclarado en un comunicado que la crisis de su filial no tendrá impacto sobre el beneficio ni sobre la generación de caja del grupo y, con ello, no afectará a su política actual de dividendos. Electricaribe concentra el negocio eléctrico de Gas Natural en el país, pero la firma española agrupa su negocio de gas en Colombia en otra sociedad distinta.