La factura legal de la banca durante la crisis sigue engordando. Deutsche Bank y Credit Suisse han alcanzado un acuerdo con el Departamento de Justicia de Estados Unidos por el que ambas entidades pagarán una sanción conjunta de 12.480 millones de dólares (11.950 millones de euros), para zanjar las reclamaciones civiles en relación con la emisión y la suscripción de valores respaldados por hipotecas, así como con las actividades de titulización desarrolladas entre 2005 y 2007.

De este modo, el monto que la gran banca internacional ha tenido que abonar por sanciones legales desde el estallido de la crisis en 2008 supera ya los 300.000 millones de euros.

La crisis financiera ha puesto de manifiesto en los últimos años una larga serie de comportamiento inapropiados por parte de las grandes entidades financieras. La comercialización inadecuada de productos de elevado riesgo, como las hipotecas subprime; la manipulación interesada de indicadores financieros como el libor o el euribor; la colaboración en comportamiento delictivos, tales como la evasión de impuestos y el blanqueo de dinero; o la operativa en países sometidos a un bloqueo financiero internacional constituyen algunas de las principales causas por las que las autoridades legales estadounidenses y europeas han sometido a cuantiosas sanciones a una larga lista de bancos.

Deutsche Bank y Credit Suisse abonarán las mayores sanciones de 2016 por un monto total de 11.950 millones

Deutsche Bank y Credit Suisse no son nuevos en esta deshonrosa relación. El banco germano, implicado también en el caso de la manipulación de los índices hipotecarios libor y euribor y en asuntos de evasión fiscal, había acumulado entre 2011 y 2015 sanciones por un valor próximo a los 9.400 millones de euros, según datos de CCP Research Foundation. La cifra se eleva ahora con otros 6.896 millones de euros, lo que le sitúa como una de las entidades europeas más sancionadas, sólo por detrás del británico Lloyds.

Por su parte, Credit Suisse, cuya multa de este jueves asciende a 5.054 millones de euros, acumula otros 5.100 millones de euros en sanciones desde 2011, derivadas, entre otras cuestiones, de su participación en un caso de evasión de impuesto por parte de ciudadanos estadounidenses.

Las mayores sanciones

En cualquier caso, la gran banca estadounidense sigue ocupando los puestos más destacados en el ránking de sanciones legales desde el estallido de la crisis. Sólo desde 2011, Bank of America Merrill Lynch ha asumido costes legales por valor superior a los 54.000 millones de euros, según los datos de CCP Research Foundation.

La entidad se ha visto envuelta en algunas de las mayores sanciones a la banca en la historia. En 2012 se vio envuelto en una multa conjunta por valor de 25.000 millones de dólares (23.931 millones de euros) por su implicación en el estallido de la crisis de las hipotecas subprime. Y en 2014 recibió la mayor multa individual, de 16.500 millones de dólares (15.795 millones de euros), por la comercialización y venta de activos financieros respaldados por hipotecas basura.

JPMorgan, con multas valoradas en más de 30.500 millones de euros, ocupa la segunda posición en el ránking de multas por conductas inapropiadas durante la crisis. El británico Lloyds, que lidera las sanciones entre los bancos europeos, tuvo que desembolsar unos 18.429 millones de euros entre 2011 y 2015 para dar carpetazo a las investigaciones sobre sus actividades ilícitas.

Ningún banco español se ha visto involucrado en las principales investigaciones internacionales sobre la banca, por lo que sus multas, generalmente de reducido importe, por comercialización irregular de productos financieros, no son suficientes para situarlos en el listado de las mayores sanciones.

Las multas anunciadas el jueves a Deutsche Bank y Credit Suisse constituyen las mayores penalizaciones al sector a lo largo de 2016. En el conjunto del ejercicio, otra sanción destacada fue la que recibió el pasado abril Goldman Sachs, por importe de 5.000 millones de dólares (4.878 millones de euros), por su participación en el caso de las hipotecas subprime.

Bank of America lidera el ránking de sanciones, con más de 54.000 millones de euros en multas entre 2011 y 2015

Dentro del mismo caso, Morgan Stanley acordó pagar al Departamento de Justicia de Estados Unidos el pasado mes de febrero 3.200 millones de dólares (algo más de 3.060 millones de euros) para cerrar las acusaciones por sus actividades.

En el conjunto del año, el volumen total de multas a la banca ronda los 20.737 millones de euros. Esta cifra sería la más baja desde 2011 y representa un 37% menos de los 32.859 millones de euros que tuvo que abonar el sector en 2015. Muy lejos quedan los más de 74.625 millones de euros a los que se elevaron las sanciones en 2014.

Los escándalos judiciales a lo largo de los últimos años, además de un profundo daño reputacional, han representado una onerosa carga para las cuentas de la banca, en un periodo especialmente complejo para el sector. Sólo en Europa, entre 2008 y 2015, los costes legales redujeron en más de 150.000 millones de euros los resultados del sector bancario, lo que representa un tercio del total, según el BCE.

Nuevas sanciones

Y esta factura podría ir a más en los próximos trimestres. Sin ir más lejos, este mismo viernes las autoridades judiciales estadounidenses han demandado al banco británico Barclays por la comercialización y venta engañosa de productos respaldados por hipotecas subprime entre 2005 y 2007.

Según los datos de CCP Research Foundation, los principales bancos internacionales contaban a cierre de 2015 con provisiones superiores a los 77.000 millones de euros para sufragar posibles sanciones adicionales.

El acuerdo alcanzado por Deutsche Bank y Credit Suisse para cerrar la investigación en Estados Unidos fue recibido este viernes en el mercado con optimismo, al reducirse las incertidumbres sobre unas multas que, por momentos, se había sospechado que pudieran ser de un importe superior. Deutsche Bank llegó a sumar cerca de un 5% y Credit Suisse, algo más del 2,2%.

A media sesión, sin embargo, este entusiasmo se había enfriado y el banco alemán reducía sus ganancias al 0,85%, mientras que los títulos de la entidad suiza se depreciaban en la misma proporción.