El año 2016 ya es historia en los mercados financieros y los inversores llevan ya su mirada a lo que les deparará el próximo ejercicio.

Tras un año de continuas convulsiones, en el que el Ibex ha firmado un recorte del 2%, la mejora que han experimentado las bolsas en el tramo final permite a los expertos encarar el nuevo ejercicio con perspectivas favorables.

La confianza en que una progresiva mejora de la economía mundial, que lleva a los inversores a redoblar su apuesta por la renta variable, dejando a un lado una renta fija en niveles históricos sustenta buena parte de las esperanzas en que los mercados bursátiles se moverán en un escenario favorable en 2017.

En ese contexto, son varias la firmas que sitúan a la bolsa española entre sus favoritas. Tras dos años consecutivos de caídas, auguran, el Ibex emprenderá en 2017 una remontada que debería llevarle a cotizar por encima de los 10.000 puntos, unos niveles que no toca desde diciembre de 2015.

Ahorro Corporación, Santander Asset Management, Bankinter o GVC Gaesco son algunas de las entidades de análisis que auguran que el índice alcanzará, al menos, los 10.200 puntos, lo que implicaría un avance superior al 9% desde los 9.352 puntos a los que ha cerrado 2016. ¿Cuáles son los principales argumentos para confiar en el buen hacer de la bolsa española?

Fortaleza económica y estabilidad política

La economía española cerrará 2016 con un crecimiento económico superior al 3% por segundo año consecutivo, superando con creces las expectativas y la evolución del resto de las principales economías europeas.

Para el próximo ejercicio, la previsión de las principales firmas de análisis es que esas tasas de expansión aminoren, pero que se mantengan por encima del conjunto de la eurozona, con crecimientos claramente superiores al 2%. "Todos los componentes de la inversión empresarial y construcción tanto residencial como no residencial seguirán creciendo a tasas razonables y dando soporte a la creación de empleo", apuntan en Santander Asset Management, donde confían en que el sector exterior también siga contribuyendo al crecimiento.

Las previsiones apuntan a que España crecerá más que la eurozona y gozará de mayor estabilidad política

Hasta la fecha, el buen tono de la economía no ha tenido un reflejo favorable en la evolución de la bolsa española por distintas razones. Una de ellas, la incertidumbre política que ha asolado al país debería diluirse el próximo año. Y esto no sólo porque España ya cuenta con gobierno desde hace dos meses, sino también porque otros países de la eurozona, como Francia, Alemania, Holanda y, posiblemente, Italia tendrán que afrontar citas electorales que situarán el foco de las tensiones políticas sobre ellos.

Mejora de la banca

Hablar de la bolsa española es hablar, necesariamente, de la banca. El sector financiero tiene un peso muy elevado en el Ibex -prácticamente un tercio del índice depende de la evolución de los bancos-, por lo que sus perspectivas son determinantes para el conjunto del mercado.

En este sentido, los expertos son optimistas sobre las perspectivas de la banca y confían en que prolongue la remontada que ya ha protagonizado en los últimos meses de 2016. A su favor juega la solidez del escenario económico y la perspectiva de una mejora de los tipos nominales, que reduciría la presión sobre los márgenes que ha padecido el sector en los últimos tiempos.

"2017 podría ser el año de la banca", apuntan desde Ahorro Corporación, donde observan que "no es previsible un repunte significativo de su rentabilidad, en un entorno de tipos todavía muy bajo, pero podría sentir cierto alivio ante un panorama de tipos ligeramente al alza también en Europa". Además, añaden, "una vez superado lo más exigente en lo referente a la nueva regulación podría reanudarse el proceso de concentración".

Recuperación de los mercados emergentes

La elevada presencia de las compañías españolas en Latinoamérica ha supuesto un hándicap en los últimos años en los que el crecimiento de la región se ha visto muy deteriorado. Compañías como Santander, BBVA, Telefónica, entre otras muchas, han sufrido en sus cotizaciones el peso de la incertidumbre latinoamericana y en sus cuentas la depreciación de las divisas regionales.

Este escenario ha dado un notable vuelco en la segunda mitad de 2016, apoyado por la mejora de las materias primas, y los expertos confían en que la recuperación cobre mayor vigor el próximo año. "La confianza y las inversiones han retornado a Latinoamérica en 2016 tras varios años de salidas de flujos. Este retorno ha sido posible gracias al cambio de gobierno en Brasil (Michel Temer), también en Perú (Pedro Pablo Kuczynski), y a la mayor estabilidad política en otros países como Colombia, o Argentina. Estos cambios políticos que derivan en el impulso de medidas de corte liberalizador deberían seguir respaldando la confianza de los inversores", apuntan en Renta 4.

Por su parte, en Ahorro Corporación indican que "Brasil podría ser el mejor aliado para el Ibex 35 en 2017, si se confirma el contexto de mejoría de su economía".

Resultados al alza

El sólido crecimiento de la economía española, estará acompañado por una mejora de los negocios internacionales de las compañías españolas. En este sentido, los expertos creen que, además de la mejora de los mercados emergentes, las empresas con presencia en Estados Unidos (como ACS, Ferrovial, Grifols o Acerinox) podrían sacar rédito de algunas de las medidas anunciadas por el presidente elector Donald Trump, como el impulso del gasto público en infraestructuras o el establecimiento de ciertas restricciones a las importaciones desde China.

Los resultados de las compañías del Ibex podrían aumentar el próximo año más de un 20% según Bankinter

La debilidad del euro, que favorece la competitividad exterior de las empresas europeas, es otro punto a favor para la mejora de las cuentas.

Con estas bazas, las empresas del Ibex podrían ver al fin repuntar con fuerza sus beneficios, tras varios ejercicios deprimidos. Desde GVC Gaesco estiman que los beneficios de las compañías del índice podrían aumentar alrededor de un 13% en 2017, mientras que en Bankinter auguran un incremento superior, por encima del 20%.

Dividendo y valoraciones atractivas

En un entorno de baja rentabilidad de las inversiones más seguras (bonos o depósitos), los dividendos siguen comportando un interesante reclamo para los inversores.

En ese sentido, la bolsa española ha cerrado 2016, una vez más, como líder en rentabilidad por dividendo, que se sitúa en el entorno del 5%, según datos de Bolsas y Mercados Españoles (BME). Firmas como Red Eléctrica, Telefónica, Gas Natural o BBVA presentan rentabilidades por dividendo superiores al 6%.

Aunque la tendencia es a que los pagos al accionista vayan perdiendo peso conforme se afiance el crecimiento económico. Los expertos creen que el atractivo dividendo de las cotizadas españolas seguirá jugando a su favor. Sobre todo, porque uno de los puntos débiles del mismo, el elevado peso de los pagos en acciones (scrip dividend) muestra una tendencia decreciente que, probablemente, se prolongará en 2017.

Otro punto a favor para el Ibex está en las valoraciones. Según los expertos de Ahorro Corporación, Europa presenta unas ratios de precios bastante más atractivos que Estados Unidos y, dentro de Europa, el Ibex es uno de los índices con valoraciones más bajas. Por eso, si se confirmara el esperado repunte de los beneficios, los inversores podrían tratar de aprovechar los descuentos que ofrecen muchas cotizadas españolas.

Los expertos avisan de que la volatilidad podría seguir presente en los mercados por las incertidumbres políticas

Todos estos puntos a favor no eliminan, no obstante, los riesgos que acechan a los mercados y, por ende, al Ibex. El inicio de las negociaciones del Brexit, la incertidumbre política en Europa, el impacto que tengan las políticas de Trump o el rumbo que adopten las políticas monetarias internacionales son sólo algunos de los obstáculos que podrían poner en dificultades a los mercados a lo largo de 2017. Estas cuestiones podrían dar lugar a renovados episodios de volatilidad a lo largo del año.

Es cierto que en las previsiones prima actualmente una visión positiva. Pero las previsiones pueden fallar. Y mucho. 2016 es el ejemplo más evidente.