Por primera vez desde el estallido de la crisis financiera en 2008, que desencadenó la quiebra de diversas cajas de ahorro, un banquero pisará las cárceles españolas.

La Audiencia Nacional ha ordenado el inmediato ingreso en prisión de los cinco ejecutivos de Novagalicia Banco que fueron condenados a dos años de cárcel por los delitos de administración desleal en concurso de leyes y apropiación indebida en su modalidad de gestión desleal. Los directivos cobraron, conjuntamente, indemnizaciones por importe de 18,9 millones de euros y deberán devolver algo más de 10 millones, según publica La Voz de Galicia.

La orden de detención va contra el ex director general de la entidad José Luis Pego, el ex responsable inmobiliario Gregorio Gorriarán y ex responsable de la integración Óscar Rodríguez Estrada por haber mejorado su prejubilación ante la perspectiva de que iban a tener que abandonar la entidad. La orden se extiende también al expresidente de la entidad Julio Fernández Gayoso y al asesor jurídico Ricardo Prada, considerados cooperadores necesarios.

Aunque los directivos habían solicitado la suspensión de la condena que habitualmente se concede para las penas inferiores a dos años, la Sección Tercera de lo Penal la ha rechazado. La razón de esta decisión sería la especial gravedad de los hechos, ya que la entidad -nacida de la integración de Caixa Galicia y Caixanova-, quebró produciendo un quebranto a los contribuyentes de 8.269 millones y 511 millones.

Además, para acordar el ingreso en prisión, la Sala ha tenido en cuenta también que los condenados no han devuelto el dinero que se fijó en la sentencia y que tienen todavía causas pendientes con la justicia.

En el recurso al Tribunal Supremo, éste afirmó que lo que hicieron los directivos fue más allá de meros "excesos y abusos". Los cuatro exdirectivos de la caja gallega fusionada Novagalicia ejecutaron, según el Tribunal Supremo, "inequívocos actos apropiatorios con fines de lucro personal" en el marco de sus competencias para asignarse indemnizaciones por prejubilación por un importe de 13,191 millones. Corría el año 2010 cuando, tras la fallida fusión de Caixa Galicia y Caixanova, los exdirectivos firmaron esos contratos por los que acaban de ser definitivamente condenados a dos años de prisión. La Sala segunda respalda esa pena de cárcel para los cinco, aunque la considera "exigua".

Novagalicia fue adquirido por el grupo venezolano Banesco en diciembre de 2013, por alrededor de 1.000 millones de euros, después de que el Estado inyectara más de 9.000 millones en el grupo gallego. Posteriormente, sus nuevos dueños renombraron la entidad como Banesco.