La desigualdad de ingresos entre mujeres y hombres no se acaba con la jubilación, sino que incluso aumenta. Durante la vida activa, ellas cobran un 23,2% de salario menos que ellos, pero esta brecha alcanza el 37,95% cuando se accede a la pensión.

Son cifras que muestran el camino que aún queda por recorrer en lo que se refiere a la igualación de las condiciones laborales entre mujeres y hombres, y cómo ello se traslada al sistema público de pensiones.

Por ello, algunos analistas han puesto el foco en la necesidad de incrementar la participación de las mujeres en los puestos de dirección y sus salarios como fórmula para incrementar los ingresos por cotizaciones del sistema público de pensiones. En consecuencia, ellas también podrán acceder a un retiro más digno.

Según un informe presentado este lunes por UGT, la diferencia entre la pensión de jubilación que cobra un hombre y una mujer es la que existe entre ser mileurista con más de 60 años o no.  Mientras unos ingresan de media casi 1.200 euros al mes, ellas tienen que subsistir con unos 743 euros.

No obstante, se trata solo de una media, porque el 72% de las mujeres que han accedido a una pensión de jubilación, alrededor de 1,5 millones, reciben cantidades inferiores a 700 euros brutos mensuales. Visto de otro modo, la presencia de mujeres que cobran una pensión de jubilación de entre 150 y 500 euros mensuales es un 330% superior a la de los hombres.

Estas cifras son herencia de unas décadas pasadas en las que la incorporación de la mujer al mercado de trabajo era aún incipiente y sus salarios mucho más bajos. Ello se refleja en que el número de jubiladas es un 41,5% inferior a la de hombres, con alrededor de dos millones de mujeres en esta situación.

Además, las mayores brechas de género en las pensiones se concentran en los tramos de edad entre los 70 y los 79 años, con porcentajes que superan el 35%.

[infogram id="d1894dbe-8e13-4da4-a923-46924160b7b3" prefix="73w" format="interactive" title="Brecha de género en las pensiones de jubilación por CCAA"]

En el caso del Régimen Especial del Trabajo Autónomo (RETA), estas diferencias se ven con más claridad. Además, las cuantías de las pensiones medias descienden en ambos casos puesto que alrededor del 80% de los autónomos cotizan por las bases mínimas.

Concretamente, la pensión media de un trabajador por cuenta propia es de 781,9 euros, un 36,3% superior a la de las mujeres que abren su propio negocio, que es de 573,6 euros. Sin embargo, el número de mujeres que cobran un pensión en el RETA es un 17,1% superior.

Las pensionistas son mayoría

Y es que hay un indicador en el que ellas salen ganando, el número total de pensionistas -ya sea por incapacidad permanente, jubilación, viudedad, orfandad o en favor de familiares-. En España hay más de 4,8 millones de mujeres que cobran una pensión, frente a 4,5 millones de hombres.

Esto es así porque, además del RETA, el Seguro Obligatorio de Vejez e Invalidez (SOVI) presenta una mayoría aplastante de mujeres (319.041) frente a los hombres (39.634).

Pero una vez más, el SOVI es un régimen residual al que se pueden acoger aquellos trabajadores que no tienen derecho a pensión del actual sistema de la Seguridad Social, con excepción de las de viudedad. Por tanto, se considera más una prestación de carácter más asistencial que contributivo y cuenta con una escasa cuantía.