El negocio de los hoteles se dispara. Aupado por el aluvión de llegadas de turistas internacionales y la franca recuperación de la demanda del viajero nacional, el sector hotelero se está convirtiendo en uno de los grandes beneficiados del boom del turismo. Más clientes, más ocupación y con precios más altos.

Los establecimientos registraron 330 millones de pernoctaciones el año pasado, con un fuerte incremento del 7,1%, según los datos difundidos hoy por el INE.  Los hoteles acumulan así su cuarto año consecutivo con mejoras de su actividad y además acelera su crecimiento. Tras un mal año de estancamiento en 2012, las pernoctaciones crecieron un 1,9% en 2013, aumentaron un 3,2% en 2014 y se apuntaron un alza del 4,4% en 2015, informa Europa Press.

Son los clientes extranjeros los que protagonizan el verdadero empujón. La cifra de estancias realizadas por los viajeros internacionales creció un 9,3%, frente al alza del 3,1% de los turistas españoles.

La ocupación también creció, cubriéndose un 59,9% de las plaza ofertadas a lo largo del año, un 5,3% más. Una tasa que durante los fines de semana escaló hasta el 65,1% de las plazas ocupadas, un 4,3% más.

Y esta mayor demanda (más clientes, más pernoctaciones y más ocupación) ha derivado también en un incremento de las tarifas de los establecimientos. Los precios hoteleros aumentaron un 5,4% en 2016. El precio medio por habitación ocupada se situó en los 82,3 euros, mientras que los ingresos por habitación disponible (RevPar), un dato clave para el sector al calibrar simultáneamente precio y ocupación, alcanzó los 53,9 euros.

Los peros que se pueden encontrar en los impresionantes registros del sector son la dependencia de los dos grandes mercados emisores (la mitad de las pernoctaciones realizadas por extranjeros las concentran los británicos, con el 26,7% del total, y los alemanes, con el 22,8%) y la persistente estacionalidad de la actividad hotelera (dos tercios de todas las pernoctaciones –el 67,1%- se concentran en sólo cinco meses, entre mayo y octubre).