El "León de los seguros" se siente cercado. Generali, una de las compañías de seguros más antiguas de Europa, con cerca de 200 años de historia, ha visto cómo en las últimas semanas, la banca, y más en concreto Intesa Sanpaolo, merodea a su alrededor.

Después de varios días de rumores e informaciones sin confirmar, el mayor banco italiano por capitalización ha admitido que se encuentra valorando "posibles combinaciones industriales con Assicurazioni Generali". Desde la entidad corroboran su interés "en el crecimiento de la gestión de activos, de la banca privada y en el ámbito de los seguros junto con sus redes bancarias, también con posibles asociaciones internacionales", una estrategia que se encuadra en las líneas de su plan estratégico para el periodo 2014-2017.

Intesa Sanpaolo, que está asesorado por UBS,  estaría planteándose una oferta de 3.000 millones de euros en efectivo más otros 12.000 millones en acciones para hacerse con el control de un 60% de la principal aseguradora trasalpina, según informa el diario Il Messaggero. Los reguladores italianos han convocado una reunión entre las partes esta misma semana para evaluar las intenciones de las distintas partes.

De este modo, Intesa pone sobre la mesa la posibilidad de una unión que alumbraría un gigante financiero europeo, sin parangón en el mercado italiano. Si el banco cuenta a día de hoy con una capitalización que supera los 38.000 millones de euros, Generali sumaría a la integración activos que hoy en día están valorados en bolsa en más de 24.000 millones, después de haber recibido las últimas noticias con notables alzas -sube más del 14% en tres días-, que han llevado su cotización a máximos de los últimos doces meses. En la eurozona, sólo Banco Santander y BNP Paribas cuentas con valoraciones superiores a las que alcanzaría la suma de ambas compañías.

En la eurozona, sólo Santander y BNP capitalizan más de lo que sumaría la unión de Intesa y Generali

Pero el movimiento aún tendrá que superar notables escollos. El más evidente de ellos serían las posible objeciones que podrían llegar a plantear las autoridades regulatorias. La unión crearía un gigante financiero de estructura compleja, que podría enfrentarse a las leyes antimonopolio y que, además, contaría con vínculos muy estrechos con la deuda soberana, ya que entre Intesa Sanpaolo y Generali contabilizan una cartera de alrededor de 160.000 millones de euros en deuda italiana.

Todas estas cuestiones han llevado a muchos analistas a cuestionarse cuál podría ser la pretensión de Intesa al interesarse por la aseguradora. Las dificultades para integrar un modelo de bancaseguros que case con la filosofía de negocio de Generali o el hecho de que un acuerdo pondría en peligro el atractivo dividendo del banco son algunas de las cuestiones citadas con asiduidad para poner en entredicho la conveniencia de la unión.

Oscuras intenciones

Por eso, algunas voces ven intenciones más allá de las declaradas por los responsables de Intesa. Así, por ejemplo, el movimiento podría entenderse en clave política. En una economía como la italiana, en la que la entrada de actores extranjeros suele ser vista con recelos, la entrada de Intesa como socio de referencia sería una manera factible de bloquear el riesgo de que otras grandes aseguradoras, como Allianz o Axa, se plantearan lanzar una opa (oferta pública de adquisición) por Generali.

El desplome, próximo al 50%, que sufrieron las acciones de la aseguradora italiana entre marzo de 2015 y el pasado mes de julio, han alentado en los últimos tiempos constantes rumores sobre una posible oferta para hacerse con el control de la compañía del león.

La fuerte caída de las acciones de Generali desde marzo de 2015 ha alentado los rumores de opa

Con todo, los expertos no descartan que una oferta de Intesa por Generali fuera acompañada de un acuerdo con un tercer actor, como los propios Allianz y Axa, para transferir parte del negocio internacional de la aseguradora italiana.

Tampoco descartan los analistas que Generali sea una pieza intermedia en el intento de Intesa Sanpaolo por asaltar el capital de Mediobanca. El banco de inversión italiano, con un valor de mercado superior a los 7.400 millones de euros, es propietario de un 13% de la aseguradora, aunque recientemente ha reconocido su voluntad de reducir su participación hasta el 10%.

En este embrollo, aparece también el nombre de UniCredit. La otra gran entidad trasalpina es propietaria de un 8% de Mediobanca. Pero inmersa, como se halla, en un exigente proceso para reforzar su capital, podría estar dispuesta a vender ese paquete de acciones a Intesa Sanpaolo.

Todo un amplio abanico de derivadas de un proceso aún incipiente, pero que puede dar pie a un gigante de las finanzas en Europa, al tiempo que pone fin al recorrido en libertad del histórico "León de los seguros".