El consumo de televisión de pago en España ha alcanzado sus niveles más altos de la historia. Así lo demuestra, al menos, un estudio realizado por Barlovento con datos de Kantar Media. Según ese informe, al menos un 14% de los espectadores ven un minuto de televisión de pago al día.

La televisión de pago, que habitualmente llega a los hogares a través de satélite o por cable, ya es responsable del 20,4% del consumo televisivo, según el informe titulado La Audiencia de la Televisión de Pago en España.

Las cifras no han parado de crecer después del descenso en lo más duro de la crisis, ya que en el año 2010 los número eran muy similares a los actuales. La prueba de ese bache es que, para cuando 2013 quedó atrás, el descenso superaba ya los tres puntos porcentuales.

Por televisión de pago entendemos la audiencia de todas las cadenas que se integran en las diferentes plataformas, entre las que están Cable (Euskaltel o Telecable) , IPTV (Movistar TV, Jazztel, Orange o Vodafone) y satélite digital (Movistar+) en España.

Ganan las series

Las cadenas más populares dentro de la televisión de pago son las que emiten entretenimiento, incluso por encima del fútbol. De esta manera, el ránking lo encabeza Fox, cuya programación está basada en series y películas, y en segundo posición está TNT, cuya temática es prácticamente idéntica. La primera se lleva un 6,4% de la cuota, mientras que la segunda se queda con un 4,9%.

Por detrás aparece el fútbol que emite Bein Liga, el canal en el que se pueden ver los partidos de la competición doméstica, que cuenta con un 4,8% de la cuota de pantalla. Canal + Liga, el siguiente canal deportivo, está lejos y no es capaz de entrar entre los 10 más vistos, con un porcentaje del 1,7%.

El resto de las posiciones cabeceras las ocupan cadenas dedicadas al entretenimiento, con AXN (4,6%), Canal Hollywood (4%), Comedy Central (2,7%) y AXN (2,3%) entre las posiciones cuatro y siete, respectivamente.

Las cadenas deportivas no salen bien paradas del estudio de Kantar Media. Salvando a Bein Liga y Canal+ Liga -con su escisión Canal+ Partidazo-, el resto están muy abajo en la clasificación, con algunas cifras muy pobres.

Es el caso de Movistar F1 y Movistar Moto GP, que retransmiten las carreras de Fórmula 1 y del Campeonato del Mundo de Motociclismo, respectivamente. Apenas cuentan con un 0,5% y un 0,4% de cuota de pantalla, unos datos muy bajos teniendo en cuenta los contenidos de alto coste que emite. Real Madrid TV, cuya parrilla está dedicada íntegramente al equipo blanco, apenas consigue acumular un 0,3% de cuota pese a que su presupuesto es también alto.

La emisión más vista del año es, esta vez sí, un partido de fútbol. El Clásico que enfrentó a Barcelona y Real Madrid en la Ciudad Condal el pasado 3 de diciembre alcanzó los 2,21 millones de espectadores de media, con una cuota del 76,2% dentro del mercado de televisión de pago.

La película más vista, por su parte, es El Libro de la Selva, que se emitió en Movistar Estrenos en la noche de Navidad y tuvo una audiencia media de 94.000 espectadores y una cuota de pantalla del 7,7% dentro de la competencia de pago.

Publicidad competida

La tarta de la publicidad, por la que pelean todas las cadenas, sigue siendo muy limitada. La crisis económica ha reducido de forma drástica la inversión publicitaria en televisión, algo que ha afectado sobremanera a las emisiones de pago.

Así, en el año 2015 la inversión publicitaria total apenas superó el 1% del Producto Interior Bruto (PIB) de España. Según el informe de Kantar Media, a la televisión de pago apenas le llega un 3% de las inversiones totales en publicidad, ya que el grueso se queda en las cadenas nacionales. Éstas se embolsan el 91% de la publicidad televisiva.

La televisión de pago sigue ganando peso dentro de un mercado televisivo que, por la crisis que ha afrontado, está tendiendo a la comercialización en cerrado de los contenidos premium, que son a la vez los más atractivos para los espectadores.

Por ende, lo son también para los anunciantes. Está por ver si, de continuar esta tendencia, la televisión de pago continúa creciendo en un sector que tiene que pelear contra un nuevo competidor: las plataformas de contenidos en streaming.