La factura sigue creciendo. Volkswagen ha alcanzado un acuerdo en Estados Unidos por el que pagará unos 1.260 millones de dólares (1.171 millones de euros) para compensar a cerca de 80.000 propietarios de vehículos diésel con motor 3.0 litros afectados por el escándalo del software que alteraba las emisiones de óxidos de nitrógeno para saltarse las restricciones legales.

Este importe, que irá destinado a la recompra o reparación de los vehículos, podría elevarse hasta los 4.000 millones de dólares (3.718 millones de euros) en el caso de que los reguladores no aprueben las soluciones técnicas presentadas para la reparación de dichos modelos.

La compañía ve así como la factura total del escándalo de las emisiones podría llegar a superar los 25.000 millones de dólares (unos 23.250 millones de euros). Y es que el nuevo pago se suma a los 17.500 millones que tuvo que abonar en 2016 para resolver diversas demandas civiles y a la multa de 4.300 millones que acordó pagar el pasado 11 de enero tras declararse culpable de conspirar para defraudar al Gobierno y a los consumidores mediante la manipulación de motores diésel.

Para los expertos, el cierre de estos acuerdos supone un importante paso adelante para la firma automovilística, ya que acota de forma casi definitiva, aunque a un precio muy elevado, los riesgos derivados de un escándalo que estalló en septiembre de 2015. Para los expertos, el gran reto para Volkswagen se centra en recuperar su imagen de marca y la confianza de los consumidores.

Líder mundial en ventas

Sin embargo, el negocio de la compañía ha mostrado una notable resistencia a tenor de los últimos datos. La semana pasada se conocía que Volkswagen desbancó en 2016 a Toyota como el líder mundial en venta de vehículos, tras cerrar el ejercicio con unas cifras récords de ventas de 10,3 millones de unidades. La firma nipona había mantenido el liderazgo del sector durante cuatro años consecutivos.

El deterioro de sus ventas en Estados Unidos (un 2,6%) se vio compensado con un fuerte incremento del negocio en China (12,2%) y en Europa (un 4%).

Asimismo, en bolsa, el impacto inicial del escándalo ha quedado en buena manera diluido en los últimos tiempos. Las acciones de Volkswagen acumulan una revalorización del 55% en los últimos doce meses, con lo que se sitúan actualmente a sólo un 10% de los niveles en que se encontraba cuando estalló la crisis.

Las acciones de Volkswagen han recuperado más de un 55% de su valor en los últimos doce meses

Además, las firmas de análisis son optimistas con el potencial de la compañía. Natixis y Deutsche Bank, entre otras, otorgan a Volkswagen un potencial superior al 9,8%. Casi la mitad de los analistas de la compañía aconseja su compra, frente al 23% que recomienda vender los títulos de la firma alemana.

Con un valor próximo a los 75.000 millones de euros, Volkswagen figura actualmente como la tercera mayor compañía de automoción por valor de mercado, sólo superado por la nipona Toyota y por el fabricante de Mercedes Daimler.

Volkswagen no ha sido la única firma salpicada en los últimos tiempos por el escándalo de los motores diésel. El pasado 12 de enero, las autoridades estadounidenses acusaban a Fiat Chrysler de haber instalado en más de 100.000 vehículos diésel un software no autorizado que podría haber sido empleado para falsear los datos de emisiones.

Un día después era Renault la compañía bajo el foco de la sospecha, tras conocerse que la justicia francesa habían abierto una investigación para determinar si había incurrido en algún tipo de fraude respecto a las emisiones de gases contaminantes de sus vehículos diésel.