"Un segundo, que estamos midiendo la temperatura del agua... es que somos primerizos", dice Alejandro mientras prepara el baño de su hijo Alonso, un bebé de cuatro meses y 2o días. "Yo le doy el primer biberón, lo visto por la mañana y le doy el primer paseo”, cuenta orgulloso. Acaba de reincorporarse a su trabajo en una ONG con reducción de jornada después de haber ampliado 22 días extras el permiso de paternidad. Bueno, legalmente se llama permiso de maternidad aunque se lo coja él. "Es la madre la que te lo tiene que ceder", puntualiza. "Me siento un privilegiado y sé que tengo suerte, porque mi empresa me ha puesto todas las facilidades. Hasta me felicitó la funcionaria de la Seguridad Social por pedir porque era el segundo caso que había tramitado este año".

Según Gerardo Meil, catedrático de la Universidad de Sociología de la Universidad Autónoma de Madrid, el número de casos de padres que amplían el tiempo de permiso para cuidar de los hijos está aumentando en España, aunque de momento representa un escaso 2%. "Normalmente son casos en los que la mujer es autónoma y él tiene un puesto fijo o cuando la madre tiene un mayor sueldo y tiene más sentido para la economía familiar que sea él quien tome el permiso", explica Meil, que ha coordinado el estudio más ambicioso que se ha hecho en España sobre el uso de los permisos parentales. Su equipo ha analizado decenas de casos para estudiar los efectos de que el padre amplíe en solitario su permiso y ella se incorpore al trabajo mientras él se queda solo en casa cuidando del bebé.

No basta con aumentar los días del permiso de paternidad, hay que promover el uso en solitario del permiso de los padres

“Nosotros lo decidimos por dos motivos”, explica Alejandro. “El más importante es porque a mí también me apetecía disfrutar de mi hijo los primeros meses y a mi mujer le venía bien porque está terminando la tesis doctoral. Y luego porque nos parecía que no podía ser que se nos llenara la boca con palabras de igualdad y lo más coherente era que yo me corresponsabilizara. La experiencia ha sido increíble”.

De los estudios que ha realizado  Meil se deduce que para que se den estas consecuencias positivas en las familias "no basta con aumentar simplemente los días del permiso de paternidad, sino de promover el uso en solitario del tiempo para los padres”, explica. "Debería ser una prioridad en las políticas públicas".

“El sistema que tenemos en España es una chapuza impresionante”, afirma Anna Escobedo, coordinadora del Máster de Sociología de Transformaciones Sociales e Innovación, de la Facultad de Economía y Empresa de la Universidad de Barcelona. “No tiene sentido que la madre tenga que renunciar a los derechos para que el padre pueda estar más tiempo. Eso no se hace en ningún sitio. Es normal que los hombres no suelen coger los permisos cuando requiere una renuncia de las madres, tendría que ser un derecho intransferible e igualmente remunerado también para los hombres”.

El escaso 2% de padres que se ocupa de los bebés es un problema de seguridad laboral, más que de mentalidad. Según 60 investigaciones de una treintena de países sobre las licencias parentales como recurso de política social, los países donde están bien reguladas, son individualizadas e intransferibles, y retribuidas con al menos más 80% del sueldo, los hombres la cogen en un porcentaje similar al de las mujeres.

España es un país donde los padres tienen menos derechos parentales. Hasta 2007 eran solo tres días para los padres por nacimiento de un hijo, y desde entonces eran dos semanas. El permiso se acaba de ampliar a cuatro semanas desde el uno de enero de 2017, pero a juicio de estos expertos sigue siendo claramente insuficiente e inferior a los países del entorno. "No puede ser que nos conformemos con aumentar dos semanas cada diez años, tardaríamos casi un siglo en alcanzar la igualdad", añade Meil.

“No te das cuenta de lo que es cuidar un bebé hasta que no te quedas a solas con él”, subraya Alejandro

“No te das cuenta de lo que es cuidar un bebe hasta que no te quedas a solas con él”, subraya Alejandro. “Los primeros 15 días como es la novedad te pasas el día mirándole. Hasta el primer día que te quedas solo con el en casa no sabes lo absorbente que es tener que ducharse con la puerta abierta y no tener tiempo ni de poner el lavavajillas. Pero como normalmente a los 15 días el hombre se reincorpora, no sabe realmente lo que es cuidar un bebé. Yo antes de quedarme a solas con él, creía que todos los llantos eran que por hambre. Ahora distingo si llora porque quiere comer, tiene gases o quiere ir a la cuna… Ha sido una experiencia increíble".

Aunque su plan de tener tres meses de permiso "es la teoría”, reconoce Fran. “Porque no descarto que la empresa me llamen para que me incorpore antes si tuviéramos algún pico de trabajo. Mis jefes no me han puesto ningún problema para que me tome el mes de paternidad, porque es la ley, pero el hecho de coger el resto de la baja maternal lo ven como voluntario porque soy el primero que lo hace en mi empresa. No me ponen ningún problema a priori, pero si me piden que me incorpore antes no creo que me pueda negar”.

Miguel, que es informático, sí que pudo disfrutar íntegramente de las 12 semanas de baja maternal que le cedió su mujer cuando hace dos años nació su hijo Mario. "Ella es dentista y como es la dueña, solo cobra si trabaja", explica. "Aunque ella estuvo 16 semanas sin trabajar, no se acogió a la baja porque la cobertura para autónomos es tan lamentable que nos compensaba más que me lo cogiera yo. Los autónomos no tienen protección, pero a mí al menos la seguridad social me paga el 80% de lo que cotizo".

Cuando les hemos preguntado a los hombres si luego les ha penalizado en su trabajo la respuesta unánime es que no", dice Meil

Según Meil, los hombres no resienten este parón en carrera profesional porque los que suelen ampliar su permiso son los que ya de por sí tienen un trabajo donde saben a priori que no les va a penalizar laboralmente. "Hemos visto casos de policía y guardias civiles en los que el mando superior no estaba de acuerdo, pero siendo funcionarios no tienen problema porque cuentan con toda la seguridad", explica el sociólogo. "Otra de las conclusiones claras es que para todos el balance que hacen de ventajas e inconvenientes es siempre a favor. Todos ellos hablan de experiencia enriquecedora y positiva. Cuando les hemos preguntado si luego les ha penalizado en su trabajo la respuesta unánime es que no", añade Meil.

No todo el mundo está de acuerdo en que a los hombres no les penalice la carrera laboral hacerse cargo de sus hijos. Jon, que es diseñador gráfico, recuerda que cuando en 2006 nació su primer hijo, como su mujer tenía un puesto directivo en una multinacional y mejor sueldo, decidieron que sería él quien se pediría la reducción de jornada. "Entonces yo trabajaba en una gran empresa de telecomunicaciones y tenía un rol de cierta responsabilidad", recuerda Jon, que tiene dos hijos de 11 y 8 años. "Mi jefe no me torció el gesto porque era buena gente, pero fue muy claro: mientras tuviera el horario reducido no tendría ni subidas de sueldo ni ascensos. Era discriminatorio, pero no por ser hombre o mujer, sino porque tenía reducción de jornada. Y creo que es lo que le pasa a muchas mujeres".

“Estoy pendiente de los emails, pero sigo pudiendo llevar a mis hijos a las extraescolares y recogerle”, cuenta Jon.  "En mi empresa tenemos claro que conciliar es fundamental, aunque nos cueste productividad. Nos compensa. Yo renuncie a mi vocación profesional, que era el cine, por mis hijos y espero volver algún día. Pero la gente que ascendió más rápido en su carrera por no pasar tiempo con sus hijos hicieron un sacrificio enorme porque no han visto crecer. Y eso sí que no lo recuperas".

¿Te has cogido los días tú? ¿Es que le pasa algo a tu mujer?', me decían cuando me veían con el bebé", protesta Alejandro

Los padres que deciden pedirse permisos maternales o reducciones de jornada no solo tienen que dar explicaciones en el entorno laboral, también en el social. Muchos amigos y familiares le han preguntado a Alejandro en los últimos meses por qué se ha cogido él parte de la baja. "¿Te has cogido los días tú? ¿Es que le pasa algo a tu mujer?', me decían cuando me veían con el bebé", protesta Alejandro. "Y cuando llevaba yo el niño a la pediatra, me decía: ‘te lo apunto aquí para que se lo digas a tu mujer'. Y eso también es un micromachismo”.

En Suecia hay un numero de días al año retribuidos por la Seguridad Social que se pueden coger los trabajadores, madres y padres, para quedarse con los niños cuando están enfermos. "Las licencias paternales permiten que se incluya al padre en el aprendizaje", añade Escobedo. "Por eso es importante que los padres tengan también un periodo exclusivo, porque así el padre ya no es el que ayuda a la madre, sino el que resuelve el día a día. Y ayuda a la igualdad también en las empresas”.

Los hombres deberíamos reclamar que estar más tiempo con nuestros hijos debería ser un derecho intransferible", dice Alejandro

“En el debate español falta mayor concienciación del carácter positivo que tiene la mayor implicación de los padres”, subraya Meil. “No solo por lo que ayudaría a la igualdad sino en la satisfacción que los propios padres se están perdiendo. La investigación demuestra que detrás de los permisos en los que el padre se ocupa solo  del bebé durante un tiempo hay un proceso de creación de vínculos especiales mas fuertes que son satisfactorios para ambas partes", explica Meil.

"Deberíamos tener al menos un año de licencias parentales con seis meses para cada uno", dice Escobedo. "No es un mayor gasto, es una inversión social. Porque España tiene un problema de natalidad muy serio y los padres reclaman más facilidades".

Deberíamos tener al menos un año de licencias parentales con seis meses para cada uno", dice Escobedo

Otros estudios sociológicos apuntan a otras ventajas asociadas al cuidado paritario, como la reducción de la conflictividad en las parejas. "La probabilidad de ruptura en parejas con modelo cuasi igualitario es la mitad (51% menos) de los que tienen un modelo en el que el hombre esta o poco o nada implicado en el cuidado de los hijos", dice Meil. "Cuando se da un reparto igualitario considerado como justo por los dos miembros de la pareja, resulta en mayor bienestar de toda la familia y los mas beneficiados son los hijos".

"Creo que tenemos que seguir luchando por la idea de que la igualdad no es solo hacia desarrollar vocaciones profesionales de las mujeres, también es que los hombres tengamos más oportunidades del cuidado de los hijos”, opina Jon.

“Cuando llego a casa a las nueve de la noche cojo a Julia y no la suelto hasta que me voy”, añade Fran, que está deseando que llegue el martes para hacerse cargo de ella. "Hasta septiembre las abuelas os echarán una mano". ¿Y los abuelos? "Ellos no han cambiado un pañal en su vida", bromea. "Los tiempos, afortunadamente, han cambiado mucho".