La escueta rentabilidad con la que los bancos remuneran el dinero, en un entorno de tipos de interés en mínimos históricos, no evita que el saldo que las familias españolas tienen actualmente en productos de ahorro a la vista (cuentas) y a plazo (depósitos bancarios) esté en niveles cercanos a máximos.

En conjunto, los particulares tienen en el banco 765.600 millones de euros, un 1,63% más que hace un año, según los últimos datos del Banco de España, referentes a febrero.

En enero los depósitos pagaron de media un 0,10% y las cuentas de ahorro un 0,05%

"Los depósitos de las familias suponen la mitad de los depósitos totales de las instituciones financieras monetarias. Están en su nivel más alto de los últimos años. Y son el mejor ejemplo de la confianza y seguridad con que valoran las familias la relación con su banco", explican desde la AEB (Asociación Española de Banca).

La cifra es llamativa, habida cuenta de que estos 765.600 millones (500 millones de euros menos que en enero) rentan prácticamente cero. Los depósitos que las familias contrataron en enero se pagaron a un tipo medio de 0,10% TAE (Tasa Anual Equivalente), mientras que el dinero disponible en cuentas de ahorro se remuneró a 0,05%.

La falta de activos seguros de inversión provoca que las familias renuncien a rentabilidad a cambio de seguridad. Un ejemplo elocuente: colocar 10.000 euros durante un año a un tipo del 0,10% supone al ahorrador percibir una ganancia bruta de 10 euros que, tras la retención fiscal, deja la plusvalía neta en 8,10 euros.

Colocar 10.000 euros en un depósito a 12 meses genera una plusvalía neta de 8 euros

Los depósitos del total de los residentes en España se redujeron en 8.200 millones de euros, hasta los 1,3 billones. El importe de residentes en España más los que están en el extranjero se situó en los 1,426 billones en febrero, frente a los 1,438 billones del mes anterior.

Las políticas últraexpansivas del BCE, que han inundado de dinero el sistema financiero, ha provocado que el pasivo de los particulares ya no sea un bien preciado, sino, al contrario, un problema para las entidades, ya que han de pagar 40 puntos básicos (0,4%) por el exceso de liquidez que deposita en el banco central.

Lejos queda la batalla por el pasivo que la banca libró entre 2008 y 2012, cuando los mercados mayoristas de financiación se cerraron a cal y canto y las entidades españoles tuvieron que recurrir al pasivo de los particulares para equilibrar sus balance. Entonces, la banca llegó a pagar por los depósitos al plazo de un año tipos de interés cercanos al 5%.