La resistencia contra las presiones de organismos internacionales (y de algunos de los fiscalistas de mayor prestigio a nivel nacional) para que España eleve de nuevo el IVA ha dado lugar a un frente común entre el Gobierno y el PSOE.

El Gobierno de Mariano Rajoy se resiste con uñas y dientes. Ya endureció el impuesto en 2012, cuando elevó el tipo reducido del 8% al 10% y el general, del 18% al 21%; y ahora que la recaudación por este impuesto está ya en niveles precrisis, asegura que no hace falta nuevos retoques al alza.

Sin embargo, la misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) que desembarcó en España el pasado mes de diciembre volvió a insistir en que con una elevación progresiva de los tipos del IVA y la supresión de exenciones España podría ingresas 15.000 millones de euros extra. Esta cantidad coincide prácticamente con el ajuste del déficit público que habrá que llevar a cabo en 2017 para reducirlo al 3,1% del PIB.

Pero las presiones también vienen de la OCDE. Este mes de marzo, la organización llamó a España a elevar los tipos reducidos del IVA para corregir las, a su juicio, ineficiencias recaudatorias del impuesto en España.

[infogram id="tipos_de_iva_en_la_ue" prefix="T4R" format="interactive" title="Tipos de IVA en la UE"]

Por último, este tipo de recomendaciones no solo vienen de las organizaciones internacionales. De puertas para dentro, algunos reconocidos fiscalistas también consideran que España debería subir el IVA. Es el caso del catedrático de Hacienda Pública y presidente de la Comisión de Expertos para la reforma fiscal en 2014, Manuel Lagares, y del profesor de Economía del IE Business School y miembro de aquella comisión, Fernando Fernández Méndez de Andes.

En una jornada sobre impuestos y déficit fiscal organizada por El Mundo y Expansión, Lagares ha criticado que el IVA español se diseñó originalmente para que fuera neutral y “se ha convertido en un coladero” de exenciones, de modo que, con tipos impositivos similares a otros países España recauda un 40% menos.

Por su parte, Fernández ha criticado que solo el 60% de los productos sujetos al IVA tributan por el tipo general, mientras que en Alemania este porcentaje es del 80%. Por ello, ha apostado también por “quitar exenciones y privilegios” dentro del impuesto para ganar capacidad recaudatoria.

Montoro resiste…apoyado por el PSOE

Sin embargo, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha vuelto a sacar pecho este lunes de las cifras de recaudación por este impuesto, al calor de la recuperación de la economía y el empleo. El ministro de Hacienda ha recordado que la recaudación por IVA fue en 2016 de 64.000 millones de euros y ha asegurado que los organismos internacionales "se equivocan" con sus recomendaciones. "No tiene razón cuando recomiendan que subamos el IVA, no tienen ninguna razón. Les escucharemos y les seguiremos intentando convencer", ha dicho.

Pero no ha sido el único que se ha opuesto a nuevos retoques en el IVA. El portavoz económico en el Congreso de los Diputados del Grupo Socialista, Pedro Saura, también ha llamado a dejar el IVA en paz, con otras motivaciones de fondo, formando así un espontáneo frente común con Montoro.

Los socialistas quieren abordar una reforma fiscal de raíz, pero empezando por los impuestos directos. Según ha explicado Saura a El Independiente, el Gobierno ha centrado las últimas rebajas fiscales en el IRPF beneficiando a las rentas más altas, mientras que las subidas se han centrado en impuestos indirectos, como fue el caso del IVA en 2012, que pagan por igual todos los ciudadanos.

Por ello, considera que no es el momento de subir aún más este impuesto, más aún cuando España cuenta con una potente industria turística que se podría ver perjudicada si el IVA reducido del 10%, del que disfruta el sector, sufriera una nueva subida.

Por lo que respecta a Ciudadanos, el único pacto alcanzado dentro de su acuerdo de investidura con el PP referido al IVA perseguía reducir el IVA de los espectáculos culturales en directo del 21% al 10%. Y el Gobierno ya ha anunciado que lo rebajará.