El alquiler de viviendas de uso turístico vive un auténtico boom en España. Al calor del éxito de las plataformas online como Airbnb, Homeaway o Niumba, cada vez más viajeros se deciden a alquilar una vivienda o una habitación en lugar de ir a un hotel. Y cada vez más propietarios ofrecen sus viviendas para comercializarlas en arrendamientos de corta duración.

Por lo general, este tipo de alojamiento resulta más económico a los turistas. La contrapartida es que, si viajar así es más barato, es porque también en muchos casos es un nicho de rentas no declaradas. Propietario e inquilino salen ganando, pero la Hacienda pública pierde.

Así lo denuncia de manera persistente el sector hotelero, el más afectado por este fenómeno. Y así lo sospecha también la Agencia Tributaria, que se ha decidido a intensificar los controles sobre esta actividad y ha creado herramientas tecnológicas específicas para lanzar sus pesquisas. Y este esfuerzo está dando resultados.

El último balance realizado por la Agencia Tributaria sobre la lucha contra el fraude arroja datos que evidencian que el fisco se está tomando muy en serio la dimensión que ha alcanzado ya el alquiler turístico.

Las visitas presenciales de los inspectores de Hacienda –‘peinados’ en el argot del organismo— en sectores de especialmente generadores de economía sumergida aumentaron un 12% en 2016, hasta las 24.491 actuaciones. De ellas, 8.160 se realizaron para aflorar alquileres supuestamente irregulares, entre los que se incluyen especialmente los vacacionales.

Esta cifra supone un 49% más que en 2015 y fuentes tributarias aseguran que la actividad en este ámbito tendrá continuidad en 2017 gracias a la sistematización de la información que aporta internet sobre estos negocios en negro.

Algunos caseros no podrán estar tranquilos

De cara a la campaña de la Renta 2016 la Agencia Tributaria volverá a la carga haciendo uso de todas las herramientas y la información que proporcionan los rastreos que realiza en internet en busca del fraude. Fuentes del organismo explican que se van a remitir nuevos avisos a contribuyentes  advirtiéndoles de que “se pueden dar las circunstancias para que, en relación con el año anterior, declare determinados rendimientos de alquileres”.

Se trata de un aviso, de una llamada de atención para que el contribuyente declare voluntariamente las rentas obtenidas por el alquiler. Y es que, dado que el aviso se refiere al ejercicio inmediatamente anterior, los arrendadores en cuestión pueden regularizar dichas rentas de forma voluntaria, al estar aún dentro del plazo.

No obstante, estos avisos no excluyen las comprobaciones que Hacienda  pueda realizar estar sobre ese mismo contribuyente en relación con posibles ingresos obtenidos de forma opaca en años anteriores y que, obviamente, ya no están en periodo voluntario de pago.

Tres pasos en la evolución del control de los alquileres

La Agencia Tributaria se ha ido adaptando año a año a la evolución de las prácticas ilícitas relacionadas con los alquileres, sobre todo por el boom del fenómeno de los alquileres turísticos.

Desde hace muchos años, el organismo desplegaba básicamente dos vías de control de los alquileres opacos. De un lado, a través de visitas presenciales a determinados inmuebles para recabar información de los propietarios, los porteros o los vecinos. De otro, el cruce de información declarada por el contribuyente y por terceros en relación con ese contribuyente.

En una fase más reciente, estas labores de investigación se completaron con más y mejor información, principalmente la recibida de terceras instancias. Por ejemplo, contrastando los recibos de la luz. Pero también se introdujo un incipiente análisis, todavía manual, de las ofertas en internet de alquileres en plataformas de intermediación, inmobiliarias o plataformas de anuncios. Sin embargo, este trabajo se venía haciendo caso por caso, sin una sistematización de la información para un tratamiento “más global y más extensivo”, explican las mismas fuentes.

Sin embargo, el boom de los alquileres turísticos ha planteado nuevos retos al fisco. Es necesario correr tanto o más que los defraudadores y eso requiere, fundamentalmente, multiplicar los ojos en internet. En los dos últimos años la Agencia Tributaria ha cargado las tintas en el ámbito del comercio electrónico, lo que incluye la utilización de herramientas informáticas desarrolladas por la propia AEAT que están permitiendo ordenar y sistematizar la información en internet.

En los últimos meses, los funcionarios tienen a su disposición información más completa si cabe para comprobar la existencia de alquileres opacos. Esto está permitiendo además hacer comprobaciones sobre ejercicios pasados.

El alquiler, un tercio de las plazas de alojamiento

El crecimiento del alquiler de corta duración es tan acelerado que los pisos turísticos concentran ya un tercio de toda la oferta alojativa de España, según los datos que maneja Exceltur, un lobby turístico que integra a una veintena de las mayores empresas turísticas que operan en España.

El número de plazas en viviendas de uso turístico se disparó un 74,8% el año pasado, hasta alcanzar un total de 1,76 millones. Por el contrario, la oferta de alojamiento reglado se ha estancado, y el año pasado sólo creció un 1,6%, hasta alcanzar los 3,3 millones de plazas tras varios años de parón aún más evidente, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Y eso que en este grupo no están incluidas tan sólo las plazas hoteleras, también las de apartamentos turísticos, campings y casas rurales, que cada vez ven cómo se quedan con menos cuota del negocio del alojamiento turístico en el país.