Los mercados europeos ya cantan victoria. La primera ronda de las elecciones presidenciales francesas ha dibujado un panorama suficientemente esclarecedor, que parece alejar de forma casi definitiva la amenaza del populismo en la segunda mayor economía de la eurozona.

La victoria del candidato centrista Emmanuel Macron, que se jugará la presidencia con la líder del partido de extrema derecha Frente Nacional, Marine Le Pen, el próximo 7 de mayo en la segunda ronda de los comicios, ha sido recibida con notables muestras de alivio por parte de los inversores.

El júbilo ha sido notorio en la apertura de las bolsas europeas. El índice francés Cac 40 galo registraba en los primeros minutos de la sesión de este lunes un alza en el entorno del 3,5%, su mayor repunte en casi dos años. La banca lideraba el repunte, con Société y BNP Paribas escalando en torno al 8% y la aseguradora Axa sumando más de un 5%.

El resto de grandes plazas europeas también reflejaban fuertes subidas, especialmente significativas en las bolsas de la periferia: el Ftse Mib italiano escalaba cerca de un 4%, mientras que en el Ibex las subidas se situaban por encima del 3,3%. El sector financiero también destacaba en los índices europeos, con BBVA, Deutsche e ING anotándose subidas superiores al 5%.

La banca lidera la escalada de las bolsas; Société y BNP suman en torno a un 8%

En la misma línea que muchos expertos en las últimas semanas, el analista de Citigroup Jonathan Stubbs considera que "es probable que el resultado impulse el riesgo en los mercados europeos, llevando las acciones más alto".

Aunque la opción de una presidencia de corte antieuropeo, encarnada por Le Pen, aún se mantiene viva, los inversores empiezan ya a descartarla. No sólo porque Macron se situara por delante de ella en la primera ronda electoral, sino también porque es previsible que en la segunda ronda el resto de votantes adopte una posición anti Frente Nacional. De hecho, varios de los candidatos derrotados ayer, como el conservador François Fillon y el socialista Benoit Hammon han pedido ya el voto para Macron el próximo 7 de mayo. "Las últimas encuestas indican que Macron obtendría más del 60% de los votos y, por lo tanto, es un claro favorito para convertirse en el próximo presidente en Francia", comenta Jan Von Gerich, responsable de Renta Fija de Nordea.

Repunta el euro

Antes que en las bolsas, el optimismo inversor se ha dejado notar en el euro. La moneda europea llegaba a remontar en las primeras operaciones de día desde los 1,07 dólares, hasta los 1,09 dólares, su nivel más elevado en los últimos cinco meses. Los expertos señalan que en las últimas semanas se habían abierto significativas apuestas bajistas contra el euro, como cobertura frente al riesgo de que las elecciones galas dieran como resultado la victoria de algún movimiento populista y antieuropeo, como el que encarna Le Pen. Ahora, "una parte significativa de esas coberturas probablemente se revertirá y el euro debería ver un salto hasta los 1,10 dólares", opina Jan Von Gerich, estratega de renta fija de Nordea.

Más significativo fue el avance de la moneda europea frente al yen japonés, que superó con claridad el 2%, en su mayor repunte desde el pasado verano. En este movimiento, no sólo influyó la renovada confianza en el euro, sino el abandono por parte de los inversores de los activos utilizados tradicionalmente como refugio. La divisa nipona había recuperado cerca de un 5% frente al euro desde el inicio del año, debido a las tensiones geopolíticas que han envuelto a Europa.

Los activos refugio como el oro, el yen y el bono alemán pierden fuerza ante la menor tensión

Otro activo refugio tradicional como el oro también recibía el resultado electoral francés con recortes, síntoma del alivio que experimentaban los inversores. El metal áureo restaba un 1,2% y se alejaba de los 1.300 dólares por onza.

En los mercados de deuda, la tranquilidad se traducía en un claro recorte de la prima de riesgo francesa. El interés del bono francés caía ocho puntos básicos y se situaba por debajo del 0,8% por primera vez desde inicios de 2017, mientras que la rentabilidad del alemán escalaba nueve puntos básicos, hasta el 0,34%, en otra muestra del desinterés inversor por los activos refugio.

Así, el diferencial entre ambos países se estrechaba por debajo de los 50 puntos básicos por primera vez en muchos meses.

La deuda española e italiana también se beneficiaba de la mayor tranquilidad en torno a la zona euro. El interés del bono español a 10 años caía siete puntos básicos, hasta el 1,64%, mientras el italiano recortaba seis y se situaba en el 2,2%.