El Banco de España se ha sumado a las voces que, como FAES, el Círculo de Empresarios o el PSOE, advierten de que la previsión de ingresos en la que se basan los Presupuestos para 2017 podría ser excesivamente alta y difícil de cumplir, como ocurrió en 2016. Pero además, enfatiza que esta desviación podría ser especialmente significativa en el caso de los ingresos por cotizaciones, en los que el Gobierno carga las expectativas de reducción del déficit de la Seguridad Social este año --del 1,6% del PIB al  1,4% en el conjunto del sistema-- y la relajación de las tensiones en los pagos a los pensionistas.

"Es una previsión un poco elevada y optimista", ha explicado el gobernador del banco emisor, Luis María Linde, durante su comparecencia en la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados, minutos después de que el secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, ocupara el mismo sillón y asegurara que la recaudación de la Seguridad Social superará este año el nivel récord de 2008.

En conjunto, el Presupuesto para 2017 prevé que los ingresos tributarios, antes de la cesión a los entes territoriales, aumenten un 7,8% en, y que las cotizaciones sociales repunten un 6,6% respecto a la liquidación de 2016. Hasta el mes de abril, los ingresos tributarios crecen a un ritmo del 11%, según los datos que maneja el Ministerio de Hacienda, mientras que las cotizaciones avanzan a un ritmo del 4%.

Con este punto de partida, Linde ha afirmado que dadas las previsiones macroeconómicas para este año y las reformas tributarias incorporadas en el presente ejercicio, las cifras presupuestadas suponen “una respuesta de la recaudación a la evolución de la actividad superior a la observada históricamente, particularmente significativa en el caso de las cotizaciones sociales”.

Concretamente, en el caso de estas últimas, el gobernador del Banco de España ha precisado que los Presupuestos prevén “un avance superior al de sus bases (empleo y salarios), incluso teniendo en cuenta el efecto recaudatorio de las modificaciones normativas”. Respecto a esto último, es preciso recordar que el Gobierno ha introducido un incremento de las bases mínimas de cotización del 8% y del 3% en el caso de las máximas.

Esta desconfianza en las previsiones de ingresos del Gobierno ha llevado a Linde a aconsejar "un seguimiento continuo de la evolución de la recaudación durante el ejercicio" para poder, en su caso, “reaccionar a tiempo en el lado del gasto o en el de los ingresos en caso de que se materialicen los riesgos para el objetivo del déficit”. Con esta "vigilancia estrecha", ha dicho, el objetivo de déficit del 3,1% del PIB es "factible".

Contraste con el optimismo de Empleo

Poco antes había sido el turno del secretario de Estado de Seguridad Social, Tomás Burgos, quien había asegurado en la misma Comisión que “este año se mejorará el máximo histórico de la recaudación de la Seguridad Social alcanzado en 2008”.

Según ha recordado, las cotizaciones sociales son el principal origen de los ingresos y, de acuerdo al Presupuesto, esta vía reportará al sistema 110.560,32 millones de euros, lo que supone un crecimiento anual del 6,68% respecto a la previsión de liquidación de 2016. En 2008 se recaudaron al final del ejercicio 108.103,72 millones de euros  por este concepto.

Burgos incluso ha precisado que las cuotas crecerán no solo entre los activos (6,6%) sino entre los de desempleados (+0,7%).

Por otro lado, el responsable de la Seguridad Social ha recordado que este año el pago de las pensiones se llevará 40,7 de cada 100 euros de los Presupuestos, con un avance en el gasto de las pensiones contributivas del 3,11% respecto de la previsión de liquidación del ejercicio 2016, hasta los 122.777 millones. Sin embargo, ha lanzado un mensaje de calma y ha dicho que esta evolución del gasto “es perfectamente asumible en los próximos años por el respaldo de los ingresos”.