La intervención de Electricaribe por parte del Gobierno de Colombia –que no es una expropiación, pero se le parece demasiado- lastra las cuentas trimestrales de Gas Natural Fenosa. Un poco, pero lastra.

El grupo energético obtuvo un beneficio neto de 298 millones de euros en el primer del año, lo que supone una caída del 9,4% en relación al ejercicio pasado. Sin la intervención de su filial colombiana las ganancias también habrían caído, pero menos. Según desvela la compañía, sin la desconsolidación de Electricaribe el beneficio en este trimestre habría descendido un 8,3%. Gas Natural dejó de contabilizar en sus cuentas los resultados de la sociedad colombiana al cierre de 2016.

El Gobierno de Juan Manuel Santos intervino el pasado noviembre Electricaribe, filial del grupo español y en marzo ordenó la liquidación de la compañía y el inicio de un proceso de subasta de sus activos, lo que en la práctica se trata de una expropiación.

Gas Natural Fenosa ya ha iniciado la batalla legal internacional contra Colombia por este asunto. El grupo español ha presentado una queja formal ante el Tribunal de la Comisión de las Nacionales Unidas para el Derecho Mercantil (UNCITRAL) por la liquidación, y solicita la recuperación del control de su filial o, en su defecto, una indemnización de en torno a 1.000 millones de euros.

A pesar de la caída del beneficio entre enero y marzo, el grupo presidido por Isidro Fainé subraya que mantiene intactos los objetivos previstos para 2017 en el marco de su plan estratégico.

Gas Natural Fenosa sufrió una caída del 9,2% de su resultado bruto de explotación (ebitda) del 9,2%, hasta los 1.104 millones. Un descenso que vino dado fundamentalmente por el peor resultado del negocio eléctrico en España, que se ha visto condicionado por factores meteorológicos (la producción hidráulica cayó un 70%) y por el coste de las materias primas.