El Gobierno considera que la ‘megasubasta’ de renovables celebrada ayer fue un rotundo éxito. El Ministerio de Energía subastaba hasta 3.000 megavatios verdes al mejor postor, al que requiriera menos inversión y menos prima por encima del precio de mercado.

El resultado de la puja fue que se colocaron todos los lotes –los 3.000 megavatios previstos-; que se adjudicaron con el descuento máximo previsto en las bases, esto es, sin que se vayan a pagar primas para las nuevas instalaciones; y que la demanda en la subasta prácticamente triplicó la oferta promovida por el Gobierno.

Así que el Ministerio de Energía ya planea convocar otra subasta para seguir instalando renovables en el país y hacerlo sin pagar ayudas públicas. “La oferta ha sido casi de tres a uno la potencia subastada y se ha cubierto todo con el descuento máximo, sin tener que pagar primas, lo que muestra que hay muchos inversores dispuestos a hacerlo con estas condiciones”, dijo el ministro de Energía, Álvaro Nadal, en declaraciones a periodistas. “Se ha demostrado que tenemos un gran potencial de energía renovable en el país que se puede utilizar”.

Y son ese “éxito” y esa “oferta magnífica” los que, según el ministro, le “animan a tomar una decisión del estilo de la que hemos tomado” con la organización de esta subasta. “Hemos hecho una primera macrosubasta, y la idea es ver cómo podemos seguir avanzando en este ámbito y aprovechar toda esa oferta potencial que no ha podido entrar. Tenemos un gran potencial de energía renovable que se puede utilizar”, sentenció Nadal.

“El Gobierno toma nota [del éxito de la subasta] para tomar una decisión en el futuro. Se tomarán decisiones para que ese gran potencial que hay entre [en el sistema eléctrico] en condiciones de mercado”, apuntó. Fuentes del Ministerio de Energía consultadas por El Independiente aseguran que el departamento aún no se ha marcado plazos concretos para una nueva convocatoria para dar licencias a nuevas renovables.

Sin sobrecoste para el consumidor

El ministro se muestra exultante por el hecho de que para la construcción de los proyectos adjudicados “el consumidor no tendrá que pagar un extracoste por la energía que genere; la primera será cero y la electricidad tendrá el coste del mercado”. Para Nadal, la subasta fue la demostración de que se puede potenciar las energías verdes para cumplir con los objetivos medioambientales que marca Bruselas “sin que haya un perjuicio para el bolsillo de los ciudadanos”.

La práctica totalidad de los 3.000 MW subastados han sido adjudicados a proyectos de energía eólica, apenas unas decenas de MW han ido a parar productores fotovoltaicos. La patronal fotovoltaica UNEF ha anunciado que denunciará al Gobierno ante la Comisión Europea para echar para atrás la puja, al tiempo que mantiene ya un recurso ante el Tribunal Supremo.

Las asociaciones fotovoltaicas denuncian que la subasta resultaba discriminatoria, ya que en caso de empate en el precio de la oferta el Gobierno privilegiaba a la eólica por ser la que más horas al año puede generar electricidad. “Todas las tecnologías han entrado en la subasta, aunque de forma muy mayoritaria la que más horas trabaja, la eólica”, explicó el ministro. “El objetivo del Gobierno es que se aporte mucha energía renovable al sistema. Así que a igualdad de costes, siempre se elige la que tiene más capacidad de generar energía”.