El Gobierno prepara una nueva inyección de energías renovables al sistema eléctrico español. La pasada semana celebró una megasubasta con la que adjudicó 3.000 megavatios de energías verdes y que se cerró, según se insiste desde el Ministerio de Energía, con un rotundo éxito.

Éxito porque todos las empresas ganadoras ofrecieron el descuento máximo permitido el precio para imponerse en la liza, lo que hace que en principio los consumidores no vayan a pagar en sus recibos de luz ayudas públicas por esas nuevas instalaciones  (aunque pueden acabar pagando un sobrecoste si la cotización del mercado eléctrico cae por debajo de un suelo prefijado en el futuro).

Y éxito, también, porque las propuestas presentadas más que triplicaron la potencia subastada. El Gobierno quiere aprovechar el interés inversor despertado por el proceso de la pasada semana y no perder todos los proyectos que se quedaron fuera de esas adjudicaciones. Así que el Ministerio de Energía lanzará de manera inminente, en el plazo de uno o dos meses, una nueva megasubasta para adjudicar otros 3.000 MW renovables para instalaciones que entrarán en funcionamiento en 2020.

Así lo ha anunciado hoy el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante la inauguración de las jornadas de debate para la elaboración del anteproyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética.

Con la potencia que se inyectará al sistema con la nueva subasta, España prácticamente cumpliría ya el objetivo impuesto por la Comisión Europea de llegar a 2020 con un 20% de la energía consumida esté generada por fuentes renovables, según anticipan fuentes del Ministerio de Energía, que estiman que cada una de las subastas incorporan entre 7 y 8 décimas adicionales al porcentaje de las energías limpias.

Cambios para dar entrada a la solar

El propio ministro de Energía, Álvaro Nadal, ya anticipó la semana pasada que sus planes pasan por promover nuevas subastas de energías renovables para aprovechar todo el potencial del sector. En la futura subasta se pretenden introducir mejoras en el mecanismo de adjudicación para solventar algunos de los problemas que denuncian los más críticos.

Y es que en la puja de la pasada semana la práctica totalidad de la potencia en liza fue adjudicada a proyectos eólicos (2.979 MW sobre un total de 3.000) y quedó fuera la fotovoltaica (con sólo 1 MW adjudicado).

Desde el Ministerio se insiste en que la nueva puja volverá a ser competitiva y que las adjudicaciones se las llevarán los que presenten las propuestas más eficiente en costes, pero se introducirán cambios en las bases para que la oferta fotovoltaica pueda entrar con más facilidad que en la primera puja.

Las bases establecían que en caso de que las propuestas empataran en la inversión propuesta, se imponía las tecnologías con capacidad para funcionar más horas, al considerar, con ello, más eficiente. Y con este criterio, la eólica resultaba privilegiada en relación a la fotovoltaica. Ahora el Ministerio de Energía busca cómo reformar el sistema de subastas para dar entrada a todas las tecnologías en el nuevo proceso.