La duodécima ya está en las vitrinas del Real Madrid. El equipo blanco, con dos tantos de un estelar Cristiano Ronaldo, uno de Casemiro y otro postrero de Marco Asensio, derrotó sin paliativos a la Juventus de Turín (1-4) en la final de Cardiff y aumenta su distancia como Rey de Europa. En lo deportivo... y en lo económico.

Una victoria en la Champions League, el trofeo de clubes más importante del mundo del fútbol, no sólo supone llenar las vitrinas, alcanzar la gloria o, en muchos casos, redondear un palmarés que te coloque a la altura de los mejores. Tampoco supone únicamente reinar en el continente. Es una inyección a nivel económico incluso para los equipos más grandes del mundo.

El año pasado el Real Madrid presentó unas cuentas de récord. La entidad presidida por Florentino Pérez ingresó 620 millones de euros, consiguiendo así superar la barrera de los 600 millones por primera vez en su historia. Ganar la Champions el año pasado, en la disputada final de Milán contra el Atlético de Madrid, supuso la llegada a las arcas blancas de poco más de 80 millones de euros, un concepto muy importante incluso en unas cifras tan elevadas.

Su victoria de este año supondrá aún más dinero. Superar a la Juventus en el estadio del Milenio en Cardiff le supondrá al Madrid, de primeras, un cheque de 15,5 millones de euros por haberse llevado la duodécima orejona a casa. Esa es la recompensa de salir triunfante del partido decisivo, frente a los 11 millones que se embolsará el club turinés, triste consuelo por la medalla de subcampeón.

Es la cantidad más grande de toda la competición, pero conseguir sacarle rédito económico a la Champions League es una tarea que se va consiguiendo desde el primer partido de la fase de grupos y, para algunos equipos, incluso desde la fase previa.

El Madrid comenzó su andadura en esta Champions, de la que ha salido vencedor, en el Bernabéu ante el Sporting de Lisboa, con un apretado triunfo por dos goles a uno. La victoria madridista, como cada una que se consigue en la fase de grupos, supone un premio de 1,5 millones de euros. El Madrid consiguió dos triunfos más, frente al Legia de Varsovia en Madrid y frente al equipo lisboeta en la capital lusa, con lo que se embolsó 4,5 millones por esas victorias. Los dos empates frente al Borussia Dortmund y la igualada frente al conjunto polaco elevaron la cifra 1,5 millones más, ya que la Uefa premia con 500.000 euros cada empate.

Así, el Madrid dejó atrás la fase de grupos en segunda posición de su grupo y con casi 19 millones de euros ya en su bolsillo. A los seis millones conseguidos por el rendimiento sobre el césped hay que sumarle los 12,7 millones que cada conjunto tiene garantizados por su presencia en la fase de grupos.

Los cruces

En la fase de partidos a ida y vuelta, la decisiva, el premio importante consiste en avanzar de ronda. El conjunto de Zinedine Zidane superó en los octavos de final al Napolés italiano, con sendas victorias por tres goles a uno tanto en la capital española como en el estadio de San Paolo, por lo que se hizo acreedor de otros seis millones de euros.

Una cantidad prácticamente similar a la que le supuso al equipo blanco derrotar al rocoso Bayern de Munich, entrenado por el ex técnico blanco Carlo Ancelotti. A la sorpresa del 1-2 en Alemania se le sumó el emocionante 4-2 con el que se saldó el choque en el Bernabéu, después de una prórroga en la que Cristiano Ronaldo aumentó su ya impresionante leyenda. El triunfo ante los bávaros colocó al Real Madrid entre los cuatro mejores equipos del año y le supuso cobrar 6,5 millones de euros por su triunfo.

Ese último escollo no era fácil de superar. Esperaba todo un Atlético de Madrid, en la reedición de la final del año anterior y del mítico encuentro de Lisboa en el que los blancos conquistaron la Décima. La ida en Chamartín dejó sentenciada la eliminatoria con un 3-0 para los locales, pero en apenas 15 minutos los de Simeone pararon muchos corazones en la Castellana. La filigrana de Benzema, sin espacio físico y hostigado por tres rivales, sí dio carpetazo y sacó el billete para Cardiff. La factura que el Real Madrid pasó a la Uefa alcanzó los 7,5 millones de euros.

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La cuenta se ha quedado en 54,4 millones de euros por los resultados conseguidos sobre el campo, pero a esa cifra hay que sumarle todavía el montante que corresponde al Madrid por la venta de entradas de la final, además del reparto televisivo que hace la Uefa entre los equipos participantes.

El año pasado el Real Madrid estuvo, contra todo pronóstico, lejos de los que más cobraron por este concepto. Los blancos se llevaron 26 millones del market pool, como lo llama la Uefa, frente a los casi 47 que se embolsó el Manchester City, que quedó apeado de la competición en semifinales precisamente ante los de Zidane.

Un reparto millonario

La Uefa ingresó el año pasado 2.350 millones de euros, entre Champions, Europa League y Supercopa de Europa. De ese total, el 12%, unos 282 millones, van destinados a cubrir los gastos administrativos de las competiciones.

Del resto que queda, un 92% se dedica de manera exclusiva a los equipos de todo el mundo, clasificados a las competiciones continentales que organiza o no, ya que siempre quedan ciertas cantidades destinadas al fomento de fútbol en las zonas en las que es menos popular o donde hay menos recursos.

Así, los clasificados para la Champions League y para la Supercopa de Europa, torneo a partido único que disputan en agosto el campeón de Europa y el de la Europa League, pelean por 1.318 millones de euros. La mayoría se destina a la gran competición continental, ya que el campeón de esa Supercopa, que este año se llevó el Madrid ante el Sevilla, sólo se embolsa cuatro millones de euros.