Telefónica se ha marcado como objetivo para este año crecer. Crecer mejorando el beneficio, generando más caja, y reduciendo la deuda. Es la aspiración del presidente del grupo, José María Álvarez-Pallete, expresada en la junta de accionistas de la compañía tras un 2016 de “contratiempos”.

El mayor de ellos, el veto de la Comisión Europea de la venta de su filial británica O2 al grupo Hutchinson, la gran baza con la que jugaba Telefónica para reducir endeudamiento de manera rápida y reforzar el balance para salvar el rating (la calificación que recibe su deuda). Y también la abortada salida a bolsa de la filial de infraestructuras Telxius por los bajos precios ofrecidos, aunque meses después Telefónica logró acordar con KKR la venta de un 40% del capital de la empresa.

Esos contratiempos derivados en “decisiones duras”, ha reconocido el presidente de la compañía. El grupo rebajó el dividendo a los accionistas, desde los 0,75 euros de scrip dividend (a elegir entre efectivo o acciones), a 0,55 euros con cargo a las cuentas de 2016 y de 0,40 para este ejercicio. La junta de accionistas ha aprobado la distribución de esa retribución del 0,40 euros en efectivo para este ejercicio, aceptando así de nuevo la rebaja.

“Tuvimos que tomar decisiones duras (…) Pero nuestra responsabilidad como gestores y nuestro compromiso con el futuro de esta compañía nos obligó a tomarlas. El tiempo nos ha dado la razón”, ha dicho Pallete, subrayando los resultados obtenidos el pasado ejercicio. "Hoy podemos decir con satisfacción que dependemos de nosotros mismos para conseguir los objetivos que nos hemos marcado. Nos hemos reinventado y crecemos en todas las partidas. Esto prueba que vamos en la buena dirección".

En este sentido, Pallete también ha subrayado que los inversores están respaldando la estrategia de la compañía, con una revalorización en bolsa de la acción del 14% en lo que va de año, duplicando el índice telco europeo. "Nos afianzamos como una de las 10 mayores compañías del sector a nivel mundial por capitalización bursátil".

El objetivo es ir a más. “En 2017 aspiramos a crecer en resultados y en generación de caja, con expansión de márgenes y manteniendo unos niveles de inversión elevados”, ha explicado el presidente de la corporación, que  ha garantizado una "atractiva remuneración a nuestros accionistas", pero que no se moverá de la ya anunciada.

El presidente ha subrayado en su intervención en la junta que el objetivo del grupo pasa por “mantener un rating de grado de inversión sólido, reforzando nuestro balance con una fuerte generación de caja y el desapalancamiento orgánico”. Recorte de deuda orgánico, sí, pero apuntando que de gestionará el “portafolio con criterios estratégico”, una baza que el sector da por hecho que pasa por intentar colocar en bolsa 02.

En paralelo, el presidente de Telefónica ha expresado un agradecimiento especial a su antecesor, César Alierta, "por la compañía que nos ha dejado". Alierta ha decidido dejar el consejo del grupo de telecomunicaciones tras 20 años y después de ceder la presidencia ejecutiva de la compañía.