Ryanair lleva años acusando a la agencia de viajes online eDreams de engañar a los clientes con una web que simula ser la de la compañía aérea y de utilizar la publicidad en Google a golpe de talonario para captar clientes que en realidad querían entrar en el portal de la aerolínea.

Las quejas se convirtieron en diciembre de 2015 en guerra judicial, cuando Ryanair presentó una demanda ante la Corte Suprema irlandesa contra el gigante online y contra la agencia de viajes por “engañar a los consumidores” y por “anunciar y vender tarifas inexistentes”. Ahora las compañías consiguen parar la batalla legal con un acuerdo cuyas condiciones se mantendrán en secreto.

"Ryanair, Google y eDreams han alcanzado una resolución que beneficiará a los consumidores de toda Europa. Las condiciones de este acuerdo son confidenciales entre las partes". Tras el pacto a tres bandas, Ryanair retirará la denuncia y cerrará todos los procedimientos legales abiertos una vez se ha asegurado de que las prácticas publicitarias que consideraba engañosas serán corregidas.

Ryanair lidera desde hace una década la batalla contra las prácticas comerciales de eDreams. En un principio era sólo una parte de la estrategia de la aerolínea de potenciar sólo la venta directa de sus billetes en su propia web y de evitar que los clientes utilizaran de agencias de viajes. La estrategia comercial de Ryanair cambio, e introdujo su oferta en los grandes sistemas de reservas (Amadeus, Travelport y Sabre) y en las agencias, pero el choque con eDreams persistió.

Ryanair venía denunciando las prácticas comerciales y publicitarias de eDreams porque sólo buscaban engañar al cliente y que se apoyaba en Google para ello. La agencia online puja fuerte en el sistema de anuncios publicitarios de Google para que una de sus webs aparezca en primer lugar cuando un usuario hace una búsqueda con la palabra ‘Ryanair’. Y cuando el usuario clica a ese link, la página a la que accede se parece demasiado a la de la propia Ryanair (con el logotipo de Ryanair incluso más visible que el de la agencia, aunque se trata de un site de eDreams).

Por todo ello, Ryanair se quejaba de los clientes iniciaban la compra del billete en esa web confiados en que se trataba de la propia página de la aerolínea, para luego encontrarse con que tenían que pagar recargos extra (la comisión de gestión que cobra eDreams) y con que las tarifas con se correspondía con las que ofrece y anuncia Ryanair.