En estos últimos años en España estamos viendo una enorme falta de respeto a la Constitución del 78. En primer lugar e independientemente de cuál de los dos partidos dinásticos, PP o PSOE, haya ocupado La Moncloa, hemos asistido a la violación sistemática de varios de sus artículos más fundamentales.

En el artículo 35, figura el derecho de todos los españoles a trabajar y a tener una remuneración suficiente. Pero, primero Zapatero y después Rajoy, aprobaron sendas reformas laborales que consagran el derecho a echar a la gente a la calle y a tener un sueldo de miseria.

En el artículo 39, se garantiza a los niños la “protección prevista en los acuerdos internacionales que velan por sus derechos”. Sin embargo, sólo Rumanía cuenta con una tasa mayor de pobreza infantil que España en toda la Unión Europea. Casi 2 millones y medio de niños y niñas son pobres en nuestro país mientras invertimos un 1,3% del PIB para paliar esta tragedia frente al 2,3% de media de la UE.

En el artículo 47, se enuncia el derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada. Pero tanto el PP como el PSOE han preferido rescatar a la banca con dinero público mientras se seguía —y se sigue— permitiendo que la misma banca desahucie a miles y miles de familias vulnerables.

El artículo 50 habla de garantizar pensiones “adecuadas y periódicamente actualizadas” mientras la precariedad laboral y la incompetencia de los sucesivos Ministros de Economía temerosos de la Troika han saqueado la hucha de las pensiones y han puesto en peligro todo el sistema.

Finalmente, cabe recordar que el artículo 128 subordina “toda la riqueza del país en sus distintas formas y sea cual fuere su titularidad” al interés general. Un artículo que se ha usado con profusión contra pequeños propietarios en pueblos del Pirineo cuando se han inundado valles enteros para que eléctricas y constructoras tuvieran su mega-presa, pero que es tabú incluso mencionar en el caso de un oligopolio energético con beneficios milmillonarios, con una deuda de al menos 3.500 millones con el Estado y con ex presidentes y ex ministros en sus consejos de administración a la vez que cortan la luz y el gas a millones de hogares y 7.000 personas fallecen al año en nuestro país por pobreza energética.

En segundo lugar, hay que mencionar que la Constitución Española de 1978 sólo ha sido modificada en 2 ocasiones; la segunda —por cierto— con nocturnidad, agostidad y alevosía para tatuarle la marca de ganado de los bancos extranjeros. Para dejar bien clarito en la Carta Magna que eso de la soberanía del pueblo español está muy bien, pero que, antes que las pensiones, el subsidio de desempleo, la sanidad y la ley de dependencia, va el Deutsche Bank.

Mientras tanto, la Constitución alemana ha sido modificada 60 veces, la irlandesa 27 veces, la francesa 24 veces y la belga 13 veces. Este 6 de diciembre volveremos a ver a los mismos de siempre autoerigiéndose en los máximos defensores del orden constitucional y tendremos que recordarles que llevan 40 años violando sus artículos y frenando su lógica adaptación a la evolución de nuestra sociedad. Excepto cuando llaman de Bruselas.

Este 6 de diciembre tendremos que pedir al PP y al PSOE un mínimo de respeto a nuestra Constitución.


Pablo Echenique es el secretario de Organización de Podemos a nivel nacional y secretario general del partido en Aragón.