La gestora que dirige los pasos del PSOE ha cumplido tres meses. Un tiempo en el que han sucedido muchas cosas, no todas agradables, y en el que espero que se hayan ido cicatrizando las heridas, aún con dificultades. Nada sería peor para nuestro partido que quedara la sensación de que ha habido vencedores y vencidos en el proceso más crítico de nuestra historia en décadas.

No quiero volver a mirar atrás, ni hacer análisis del pasado. Me parece más constructivo tratar de conquistar el futuro y volver a conseguir que el PSOE sea esa fuerza homogénea que más respuestas daba a los problemas de los españoles. Ahora no lo somos, aunque seguimos siendo quienes más potencial tenemos para volver a darlas. Aquí no sobra nadie, y quien busque las venganzas, las rencillas, las represiones o los castigos callando voces que le resultan incómodas tiene un problema. Porque es quien a medio plazo se está excluyendo de un proyecto que será de la militancia o no será.

Estoy segura, estoy convencida, de que saldremos más fortalecidos y nuestro partido saldrá de una crisis que no vino hace unos meses, ni hace unos años"

Si el PSOE aspira a ser un partido de cuadros sustentado por sus inquebrantables principios, pero se niega a dar voz a su militancia, me temo que nos costará resurgir. Pero como quiero ser optimista, estoy segura, estoy convencida, de que saldremos más fortalecidos y nuestro partido saldrá de una crisis que no vino hace unos meses, ni hace unos años. Una crisis que arrastramos desde finales de los 90 y que, salvo algún momento brillante a principios de los primeros años de este siglo, no hemos superado.

Tenemos buenos puntos de partida, como la declaración de Granada, la Conferencia Política y  quiero reivindicarlo ahora, el trabajo que realizó la anterior Ejecutiva, un trabajo participativo, que contó con muchas voces y escuchó muchas otras. Es justo reivindicar que quienes salimos por la puerta de atrás una amarga noche de principios de octubre, de unas maneras que nunca habría imaginado de mi partido, también trabajamos con rigor y aportando útiles documentos para reiniciar el rumbo.

Lo tenemos que arreglar entre todos y las voces de los expertos no son infalibles"

Saldremos adelante, pero para ello urge ya que la gestora actúe como tal, como simple gestora, organice y ponga fecha cuanto antes al congreso en el que todos podamos hacer propuestas y decidir qué partido queremos. Cada día que pasa es un día más de incertidumbre y de prolongación de la crisis interna. Esto lo tenemos que arreglar entre todos, y sé por experiencia que los consejos de sabios, los grupos reducidos y las voces de expertos son útiles pero no infalibles. Dejar en selectos clubs de opinión el rumbo de un partido suele dar mal resultado.

Por eso, es necesario reconstruir la organización y renovar nuestras capacidades, dejar de hablar de luchas orgánicas y pasar a hacerlo de políticas públicas, que es lo que nos va a permitir volver a conectar con los millones de ciudadanos que nos abandonaron en los últimos años. Volvamos a ser su partido, el partido que siempre ha traído a España las grandes reformas y los grandes logros. Hagámoslo antes de que sea demasiado tarde.