Tras la primera sentencia del caso Nóos y a la espera de la segunda y definitiva, la del Supremo, muchas son las dudas acerca del futuro de Iñaki Urdangarin. En una semana pasamos de los 19 años de prisión que pedía el fiscal Horrach a los 6 años y tres meses dictados en la sentencia con la posible rebaja posterior del alto Tribunal. En definitiva, es posible que ni siquiera ingrese en prisión.

Entre otras dudas los expertos juristas que han leído al detalle la sentencia aseguran que el doble delito fiscal cometido por Urdangarin no está claro, ni por la cantidad defraudada que roza el delito por muy poco, ni porque sea delito en sí; podría tratarse de “una interpretación en la norma” porque para facturar no lo hizo como persona física sino a través de sociedades, y que eso sea delito es discutible. Curiosamente, la misma Agencia Tributaria que no vio delito fiscal en su esposa, la infanta Cristina, sí lo percibió en él, y casualmente la abogacía del Estado que para ella pidió la absolución, para el ex duque de Palma reclamó 6 años de prisión, justo lo que sentenció el Tribunal.

Ella tuvo los mejores abogados, él a un buen amigo con poca experiencia del que se fiaba plenamente

Durante todo el proceso, a ella se la protegió y a él se le abandonó a su suerte. Ella tuvo los mejores abogados, él a un buen amigo con poca experiencia pero del que se fiaba plenamente. El fiscal la protegió a ella mientras pedía condenas de 19 años para él. Algunos medios de comunicación se ocuparon de difundir la imagen de esposa ajena a los negocios de su marido, incluso buscaron afanosamente la ruptura del matrimonio como una forma para evitar el contagio del virus de la corrupción a la monarquía. Poco conocen a la pareja, que ha pasado por avatares mucho más graves en el pasado y lograron reconciliarse. Este proceso les ha unido más que nunca.

Son falsas las filtraciones interesadas que apuntan la posibilidad de que vuelva a tener agenda oficial dictada por Zarzuela tras su absolución judicial, ni siquiera es cierta esa absolución. Ella consiguió zafarse del doble delito fiscal pero ha sido considerada partícipe a título lucrativo de los delitos de su esposo; no tendrá antecedentes penales, pero sí hay un reproche jurídico por su conducta.

Hemos criticado la instrucción de este caso por la actitud defensora del fiscal Horrach hacia la Infanta, la inquisidora del juez Castro contra muchos imputados ahora absueltos, el papel impostado de la Agencia Tributaria y la Abogacía del Estado resumido en aquella mítica frase de la abogada Ripoll en el juicio: “El lema Hacienda somos todos es solo publicidad”. Sin embargo debemos aplaudir que el Tribunal de Samantha Romero ha sentenciado de forma independiente: gracias a ello volvemos a creer en la Justicia.

Otra cosa es pensar que la Justicia es igual para todos, porque nunca lo fue. Un buen abogado le evita prisión y uno menos hábil le mete en ella; disponer de dinero para todo tipo de pruebas periciales puede marcar la diferencia entre estar en su celda o en su casa. Desde junio pasado, Alejandro Fernández está en prisión cumpliendo una condena de 5 años por pagar 79,20 € con una tarjeta falsa, Adrián Moreno también cumplió 6 meses de cárcel por robar una bicicleta, a 3 años ha sido condenado un joven de La Manga por robar una tabla de surf y Emilia Soria fue condenada a un año y 10 meses por comprar pañales con una tarjeta de crédito ajena. Esta última fue indultada tras el revuelo formado por los medios de comunicación, los mismos que condenamos a la Infanta y a Iñaki Urdangarin antes de tiempo y que a veces impartimos justicia de salón sin medir las consecuencias.