Después de comprar cantidades de bonos sin precedentes en un intento por mantener a la economía en funcionamiento tras la crisis financiera global, la Reserva Federal de Estados Unidos (FED) está considerando reducir su balance de grandes proporciones. Durante la última década, el balance ha crecido desde 900.000 millones de dólares a 4,2 billones, debido principalmente al programa de flexibilización cuantitativa (QE) del banco central.

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