En ocasiones, en los mercados financieros, dividir multiplica. En un entorno de grandes grupos empresariales, que engloban líneas de negocio de lo más variado, no es extraño que la suma de las partes sea inferior al valor individual de cada una de ellas. La dificultad de los inversores para otorgar un precio conjunto a tan distintos modelos empresariales es la fuente principal de este tipo de anomalías.

Para poder acceder a este y otros contenidos debes de ser suscriptor.

Opciones de suscripción

¿Todavía no estás seguro? Consulta aquí todas las ventajas de suscribirte a El Independiente.

¿Ya eres usuario Premium?

Identifícate