Brasil ha sido en los últimos años tierra de oportunidades y también de preocupaciones para un gran número de compañías españolas. El elevado crecimiento de la economía del gigante sudamericano se convirtió, en los años posteriores al estallido de la crisis financiera, en una vía de escape para un amplio número de cotizadas españolas, mientras que la recesión de los últimos años ha generado innumerables dolores de cabeza.

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