Los presidentes de Castilla-La Mancha y Aragón, Emiliano García-Page y Javier Lambán, se han posicionado este viernes en contra de que el PSOE fije su próximo congreso en diciembre -con unas primarias el 23 de octubre- y han avisado al secretario general, Pedro Sánchez, de que sería incoherente e irresponsable desdecirse del compromiso que adquirieron los socialistas en abril para no celebrar ese cónclave hasta que no haya gobierno.

Así lo han señalado ambos en una rueda de prensa conjunta ofrecida en Cuenca, en la que han destacado la necesidad de resolver el bloqueo político, exactamente los mismos términos con los que se ha expresado otro de los barones socialistas con poder de mando: Javier Fernández. El presidente de Asturias ha señalado desde Oviedo la "urgencia" de "superar el bloqueo político en España" porque, según ha advertido, "se nos está echando el tiempo encima y hay que reaccionar antes de que los daños resulten irreperables".

El socialista asturiano se ha pronunciado así en una charla destinada al fomento de la ciudadanía en la Unión Europea, en la que ha alertado de la "grave" situación del proyecto común y del peligro que representan "el populismo y el imperio de los nacionalismos".

Page y Lambán defienden que el PSOE no puede buscar una alternativa que suponga depender de los independentistas

En esa línea pragmática se ha desenvuelto también Page, que ha defendido que tanto él como Lambán lo que persiguen es la "reafirmación en los planteamientos políticos" que ha decidido ya el PSOE. Así, después de defender el no al PP, han hecho especial hincapié en que los socialistas no pueden buscar una alternativa que suponga depender de los independentistas, ni por activa ni por pasiva. El presidente castellano-manchego ya se expresó con claridad en este sentido el jueves en una entrevista con el Huffington Post, donde además acusó a Sánchez de "criminalizar" a los barones a los que él mismo acude en una especie de "juego de confesionario"

Convocar el congreso antes de resolver la gobernabilidad pondría 'el sillón de Ferraz por delante de los intereses de los españoles'

Hoy, de la misma manera, ambos líderes regionales han recalcado que, a su juicio, no es el momento de poner fecha al congreso que el partido tiene pendiente hacer desde el pasado febrero. Los presidentes han recordado que el Comité Federal del partido decidió aplazarlo hasta que estuviera resuelta la gobernabilidad y han apostado por mantener esa decisión. En este sentido, Page ha recordado que Sánchez "convenció" a todos con su argumento de que no se puede "poner el sillón de Ferraz por delante de los intereses de los españoles", es decir, que no se puede "estar en medio de una operación y que el cirujano se vaya de boda".

"Yo confío plenamente en la coherencia y la palabra y el acuerdo dado por el partido", ha rematado el castellano-manchego. Lambán, de la misma manera, ha avisado de que sería una "arbitrariedad" y una "irresponsabilidad" por parte de Sánchez "desdecirse de sus propias palabras y decisiones". El presidente ha cargado con dureza contra Ferraz por abrir ese melón esta semana, en medio de las campañas gallega y vasca. "Ha sido desafortunado", ha dicho.

Andalucía también se pronuncia

Por su parte, la opinión del PSOE andaluz ha emergido a través de Jerónimo Guerrero, militante muy cercano a Susana Díaz y secretario de Redes e Innovación del PSOE de Sevilla, que la presidenta de la Junta controla férreamente. "Sánchez utiliza a la militancia, o amenaza con utilizarla, cada vez que quiere hacer algo en lo que sospecha que nadie le va a apoyar", ha asegurado Guerrero en una publicación distribuida a través de su muro en Facebook, donde afea que esos mismos militantes no se utilizan "para tomar decisiones como la de cesar a líderes regionales como Tomas Gómez, elaborar las listas en Galicia, etcétera".

En la misma publicación, el socialista andaluz hincapié en que la militancia la componen "150.000 compañeros", mientras que los votantes son más de cinco millones. "Votantes a los que hay que tener en cuenta también su opinión, si no queremos convertirnos en lo que fue el PCE", asegura.