El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación en funciones, José Manuel García-Margallo, ha pedido a los socialistas que "salgan del laberinto" en el que se hallan y que el PSOE pase a formar parte de un gobierno de "concentración nacional" para hacer frente a una situación que ve de "emergencia".

En declaraciones a los periodistas antes de una jornada sobre la repercusión del "brexit" en la economía alicantina, Margallo ha señalado que, "sin ánimo de dramatizar", España vive una "auténtica emergencia nacional" ante la cual se necesita un PSOE "fuerte" para que "pase a formar parte de la solución y no siga siendo parte del problema, como hasta estos últimos momentos". Los hechos que causan esa situación son la prolongación del gobierno en funciones y, sobre todo, que se haya consumado "el mayor desafío a la unidad de la nación española" desde 1934 por parte del president de la Generalitat catalana, Carles Puigdemont, con su anuncio de un referéndum en 2017.

Margallo cree que España necesita un PSOE "fuerte" para que sea "parte de la solución y no siga siendo parte del problema"

Ha citado a Francesc Cambó cuando éste dijo en 1927 que "una secesión en Cataluña solo podría triunfar si España está en medio de dificultades internas", y ha incidido en que en estos momentos esta premisa se da por haber un gobierno en funciones. "Al desafío secesionista y a un gobierno en funciones se une un tercer (problema) que es que ayer el PSOE ha entrado en una discusión existencialista de ser o no ser", ante lo cual ha opinado, sin querer entrar en cuestiones internas, que "la supervivencia del PSOE es algo que interesa a todos los españoles".

"Sin el PSOE probablemente no hubiera sido posible la Transición y sin el PSOE no hubiéramos tenido la estabilidad que hemos tenido 40 años", ha dicho antes de subrayar que "lo que es seguro es que no podremos afrontar los desafíos del futuro sin un PSOE fuerte", ha indicado. Por ello, Margallo ha deseado que ese partido "salga del laberinto en el que parece estar entretenido estos días y adopte la decisión de formar parte de un gobierno de concentración nacional que pueda hacer frente a esa situación de emergencia nacional", ha recalcado.

Y si esto no fuera posible, ha continuado que, "al menos, que permita la formación de un gobierno fuerte mediante una abstención negociada", lo cual no se trataría de permitir "un gobierno a cambio de nada" sino que se traduciría en que el nuevo gabinete debería asumir "los puntos programáticos que el PSOE considere esenciales".

El ministro ha repetido que España vive una situación "de enorme gravedad en la que el concurso de un PSOE fuerte y unido es importante", por lo que su consejo a sus "muchos amigos socialistas es que pongan los intereses de España por delante de los personales o partidistas". Para el ministro, "es la hora de pensar en España y en los españoles, que han hecho enormes sacrificios durante cuatro años", de manera que "ya es hora de que empiecen a recoger los frutos de la recuperación" y de que los partidos no arruinen la esperanza de los ciudadanos, "que esperan que por fin el bienestar les llegue a ellos".