Son pocos en Moncloa y en el PP los que dudan ya de que el Comité Federal socialista de este domingo se inclinará por evitar terceras elecciones o, lo que es lo mismo, abrirá la puerta para que una abstención total o parcial de sus diputados permita la investidura de Mariano Rajoy. Pero sobre todo confían en la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, por entender que “si se mete en este lío es porque tiene garantías de éxito".

Algunos de los populares que la conocen bien como adversaria política destacan que si algo tiene la baronesa autonómica es “mucha experiencia interna”, de partido, orgánica, de saber moverse como nadie por los meandros de los resortes de poder partidario y de cómo vencer resistencias.

Los populares destacan su “experiencia interna de partido” y cómo vence las resistencias

Cabecilla del movimiento para defenestrar a Pedro Sánchez, fue ella la que consiguió hacer inclinar la balanza a su favor en las primarias que le enfrentaron a Eduardo Madina. No sólo controla su propio aparato de poder en Andalucía, -donde la disidencia es más escasa, aunque no inexistente-, sino que logra aunar en torno suyo a buen parte del resto de las baronías y manejar una gestora que, en el discurso político se apoya en Javier Fernández, pero que sigue su dictado en lo que se refiere al funcionamiento interno.

Es decir, “si Susana quiere abstención, habrá abstención”, comentan los populares, aunque está por verse que consiga imponer este domingo una decisión en bloque, como ella quiere, sobre otra de carácter “técnico” por la que se abstengan sólo los 11 diputados necesarios, posiblemente, los miembros de dirección del Grupo parlamentario y algunos portavoces de comisión.

Su indentificación con los postulados de González es otro valor a los ojos de Moncloa

A la presidenta de la Junta de Andalucía le asiste otra “virtud” a ojos de los populares: “su identificación con Felipe González” y este no se ha cansado de decir, incluso antes de la salida de Sánchez de la secretaría general del PSOE, que había que facilitar la gobernabilidad del país.

“Susana siempre ha estado en la línea de Felipe González y lo ha hecho muy explícito”, afirman las fuentes de Génova consultadas por El Independiente. Y fueron precisamente esos populares que mejor la conocen los que, frente a las reticencias de muchos compañeros de filas, vieron abiertas antes las puertas del PSOE a la abstención.

Tampoco es descartable que González, al igual que José Luis Rodríguez Zapatero, hiciera llegar el mensaje al Gobierno a través también del ministro de Exteriores en funciones, José Manuel García-Margallo, con quien mantiene contactos por su activismo antichavista en Venezuela con la defensa del preso político Leopoldo López.