El contable de la red Gürtel, José Luis Izquierdo, ha alegado que padece depresión y un principio de demencia senil al negarse a responder a las preguntas que le han formulado en este juicio. Por ello, se ha limitado a leer un folio en el que afirma que nunca ha pagado "dinero a políticos del PP" y que ha seguido las instrucciones que le daban el jefe de esta red, Francisco Correa, y su lugartemiente, Pablo Crespo.

Izquierdo ha aguantado durante casi tres horas una retahíla de preguntas formuladas por la fiscal Conchita Sabadell y las defensas de algunos acusados. La representante del ministerio público no ha cambiado su plan y ha leído las preguntas que traía preparadas y ha exhibido al acusado apuntes de la contabilidad b de la red corrupta e incluso ha solicitado la reproducción de conversaciones grabadas.

Protesta de las defensas

Esta actuación, que se ha prolongado durante casi una hora y media, ha provocado la protesta de dos abogados que han indicado al tribunal que la Constitución garantiza el derecho a guardar silencio y han pedido que en las próximas sesiones del juicio las preguntas se traigan por escrito y se incoporen al acta.

Además, la letrada de Izquierdo, Margarita Crespo (hija del número dos de esta trama), ha lamentado no sólo este interrogatorio sino el de otros defensores por haber "sometido a su cliente a una situación de estrés".

Dos minutos de interrogatorio

Por ello, el contable ha explicado que su decisión de no contestar obedece "a mi estado de salud mental". También se ha desmarcado de su anteriores declaraciones policiales y judiciales porque las realizó bajo "presión y coacción".

La declaración de Izquierdo apenas ha durado dos minutos. El pasado viernes el tribunal se negó, tras el espectáculo de Álvaro Pérez, el Bigotes, a continuar la sesión por la tarde. Algunos abogados ofrecieron alargar la vista este día para ahorrarse los gastos de su traslado el lunes a Madrid, ya que algunos viven fuera como Correa.

Un pendrive con las cuentas de la caja b

La policía intervino a Izquierdo un pendrive y una carpeta azul cuando fue detenido. Esta memoria informática ha traído de cabeza a Correa porque recoge información de todos los movimientos de la caja b.

El juicio se reanudará el próximo lunes con la declaración de Isabel Jordán que fue despedida por Correa por haber metido la mano en la caja.