Miguel Bernad y Luis Pineda, presidentes de Manos Limpias y Ausbanc, respectivamente, usaron la imputación de la Infanta Cristina en el caso Noos para sacar dinero a La Caixa y al Banco Sabadell para reflotar la empresa de seguridad del empresario Lorenzo González, que ha sido imputado en la investigación que dirige en la Audiencia Nacional el juez Santiago Pedraz.

La policía llega a esta conclusión tras analizar "de manera cronológica" una serie de documentos incautados en los registros llevados a cabo en ambas asociaciones tras la detención de sus jefes el pasado mes de abril. Los expertos explican que la empresa de seguridad LPM atravesaba una pésima situación económica y que necesitaba 11 millones de euros para desarrollar su plan de negocio para los próximos cinco años.

Un "tipazo" que siempre paga

Por ello, Pineda se puso en contacto con Jaume Giró, director general de La Caixa, en febrero de 2015 para realizarle "una consulta de carácter personal" sobre la empresa de González al que tilda de "tipazo" porque dirige un "grupo que existe desde hace 30 años y no ha incumplido un pago nunca en su historia". También le informa de que le ha contratado como "abogado y consultor".

El presidente de Ausbanc en este correo electrónico propuso a Giró entrar en el negocio de LPM y él mismo se ofreció como garantía, ya que le informó de que pensaba "hacerse con alrededor de un 20% de la misma a un precio muy interesante". Y le pide un préstamo de cuatro millones de euros "en virtud de mi trabajo directo y personal, mi posición en la empresa y mi palabra que aquí doy".

Se da la circunstancia de que en una finca de González se organizó en 2009 la cacería en la que coincidieron el entonces juez Baltasar Garzón que unos días antes había ordenado la detención de Francisco Correa por el caso Gürtel y el entonces ministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo que dimitió tras conocerse esta actividad.

Nueve minutos después pidió dinero a otro banco

El presidente de Ausbanc también incluye en las negociaciones a Gonzalo Barettino, sudirector de la Asesoría Jurídica del Banco Sabadell, "unos minutos después" que la planteada a La Caixa, ya que los correos enviados solo tienen una diferencia de 9 minutos. Y en él le pide la misma cantidad y le solicita que se dé prisa en tomar una decisión porque "este final de mes es crucial" para la empresa de su amigo "para atender unos pagos que se ha visto obligado a asumir en los últimos ejercicios por la crisis y la desaparición del terrorismo y sus escoltas por decisión política".

Por su parte, Bernad también hizo gestiones a favor de González, pero subió la apuesta. En su reunión con Giró le reclamó un préstamo de dos millones de euros "a cambio de interceder a favor de retirar la acusación popular contra la Infanta Cristina". Estas gestiones, según  el informe policial, buscaban favorecer "a una sociedad en la que también podía tener vínculos Luis Pineda", es decir, LPM. Estas negociaciones fueron confirmadas por el director general de La Caixa en su declaración como testigo ante el juez Pedraz.

Concurso de acreedores

El empresario, por su parte, estaba al tanto del chantaje e incluso fue el que financió el viaje de Bernad a Barcelona para que este se reuniera con Giró. Asimismo, la policía sostiene que Pineda desde octubre del 2015 buscaba "articular una compensación" a Manos Limpias "sin utilizar el denominado testaferro LPM". No obstante, todas estas gestiones fueron en balde, ya que esta empresa de seguridad solicitó en diciembre de 2015 el concurso voluntario de acreedores.