Susana Díaz sigue construyendo su imagen de candidata a dirigir el PSOE. Tras el desaire que le dedicó Felipe González el jueves en Sevilla, cuando se negó a respaldarla expresamente, la aspirante a secretaria general se ha desplazado este miércoles a Madrid para fotografiarse con Alfredo Pérez Rubalcaba, otro de los referentes históricos del PSOE al que se le atribuye gran protagonismo en la operación de derribo de Pedro Sánchez. De hecho, destacados socialistas de su confianza cuando fue secretario general han tomado relevantes posiciones en la Gestora y los grupos parlamentarios.

En su hoja de ruta, y con Pedro Sánchez fuera de juego, Díaz se dedica ahora a rehabilitar su imagen, muy desgastada por la cruenta batalla contra el secretario general. La Presidencia de la Junta le brinda la plataforma adecuada para proyectarse como mujer de estado, como pretende hacer con su próximo viaje a Bruselas, y como jefa de la oposición de Mariano Rajoy confrontando sus modelos de gestión.

Paralelamente, Díaz quiere recabar el apoyo de los máximos referentes del partido para evitar que otro candidato se presente frente a ella en las primarias. Su objetivo es ser elegida por aclamación.  Y para disuadir a otros aspirantes es conveniente mostrar toda su fuerza orgánica, como secretaria general del PSOE-A, y el respaldo de dirigentes respetados por la militancia.

Con este fin, Díaz ha viajado este miércoles a Madrid, a pesar de que es día de pleno en el Parlamento de Andalucía. La presidenta ha acudido a la presentación del libro del hijo de Guillermo Fernández Vara sobre su padre, presidente y secretario general de presentado por Alfredo Pérez Rubalcaba. La convocatoria era a las doce a escasos metros de donde a las nueve había ofrecido un desayuno informativo Miquel Iceta, primer secretario del PSC, al que Díaz no ha acudido.

Por el contrario, el dirigente catalán sí que se acercó al acto, donde consiguió, al fin, un contacto directo con la baronesa andaluza. Durante un cordial abrazo, los periodistas han podido escuchar como ambos se emplazaban para conversar por teléfono la semana próxima.

Además de Iceta, al acto ha acudido José Bono y diputados como Antonio Hernando, Eduardo Madina o Patxi López, por lo que el respaldo expreso a Díaz por parte de Rubalcaba ha quedado diluido.