El objetivo era lavar la cara del municipio, la misma que hace poco más de un mes algunos de sus vecinos habían manchado de odio y violencia. En Alsasua este sábado muchos de los que durante semanas tildaron el grave incidente del pasado 15 de octubre de mera ‘pelea de bar’, propia de una madrugada cualquiera, hoy han salido a la calle. Esta vez en silencio, conscientes de que el devenir de los hechos no ha hecho sino agravar aún más el impacto de la brutal agresión sufrida por dos agentes de la Guardia Civil y sus parejas cuando se encontraban de paisano en un bar de la localidad navarra. El nacionalismo institucional navarro y el social se han volcado en la manifestación que ha recorrido las calles de Alsasua para pedir la libertad de los siete jóvenes encarcelados –hay nueve procesados-, acusados de terrorismo, con el concurso de los delitos de atentado, odio y lesiones. En la manifestación han participado destacados representantes de Podemos, EH Bildu y Geroa Bai.

Entre los nombres más significados los de la portavoz del Gobierno de Navarra, María Solana o la presidenta del Parlamento foral, Ainhoa Aznárez, de Podemos. A ellos se han sumado los portavoces parlamentarios de las tres formaciones políticas. Entre los miles de participantes en la marcha se encontraba el alcalde de Alsasua, Javier Ollo y el primer edil de Pamplona, Joseba Asirón, ambos de EH Bildu. Uno de los rostros más populares de la formación de Pablo Iglesias, Juan Carlos Monedero, se ha desplazado hasta Alsasua para reclamar la libertad de los detenidos por los incidentes registrados la noche del 15 de octubre en el bar Koxka de la localidad.

Juan Carlos Monedero, durante la marcha.

Juan Carlos Monedero, durante la marcha. EFE

En silencio y con una pancarta con el nombre de Alsasua y paneles en los que se podía leer 7ak etxean (los siete en casa), en referencia a los jóvenes que han ingresado en prisión por orden de la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela, los manifestantes han completado el recorrido por el centro de la localidad, incluyendo el paso por el lugar de los hechos, en silencio. Finalizada la marcha, la madre de uno de los menores acusados ha leído un manifiesto en el que tras reclamar la libertad de los detenidos ha denunciado el daño a la imagen que se ha provocado en los últimos días al pueblo. En el escrito se asegura que los hechos acaecidos “nunca debieron ocurrir”, así como tampoco los ataques han dañado “gravemente” la imagen de Alsasua y que “han relacionado nuestro pueblo con el odio, el terror y el miedo”. Los manifestantes han calificado de “sinsentido” acusar de los participantes en la trifulca que acabó con los agentes de la Guardia Civil heridos de delitos que pueden suponer condenas de entre 10 a 15 años de prisión.

La convocatoria ha eludido hacer referencias a la presencia de la Guardia Civil en Alsasua. Precisamente las acciones contra la Benemérita se han repetido en los últimos años, así como en los últimos días. El pasado viernes se hicieron públicas las declaraciones de los agentes y sus parejas ante la juez y en ellas aseguraban que el odio hacia el Cuerpo fue la causa que provocó la agresión tras ser reconocidos en el bar. Todos ellos relataron que el ambiente de rechazo y amenaza hacia ellos y sus familias se ha elevado desde que ocurrió la agresión. La esposa de uno de los agentes llegó a asegurar ante la juez que investiga este caso que no salía a la calle por miedo, “ya no salgo ni a comprar el pan”, afirmó. Del mismo modo los agentes relataron que la presión ha provocado que en su conjunto los miembros de la Guardia Civil destinados en la localidad navarra hayan reducido al mínimo sus salidas a la calle.

Ya por la tarde y en Bilbao, otra manifestación convocada en apoyo a los presos de ETA también ha reclamado la libertad para los encarcelados por la paliza de Alsasua. Las miles de personas que han tomado parte en la marcha por el centro de la capital vizcaína y convocada por el Movimiento pro Amnistía y Contra la Represión han coreado además consignas en contra de la presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el País Vasco y Navarra, “Dejad en paz Alsasua”. Bajo el lema “Amnistia osoa” (Amnistía total) se han coreado gritos en contra de la dispersión de los presos de la banda terrorista en cárceles de fuera del País Vasco y en favor de los presos, “son gudaris, no terroristas”.

Por la mañana, durante la jura del cargo del lehendakari Iñigo Urkullu en Gernika, y a la que ha asistido la presidenta de Navarra, Uxue Barkos, el presidente de Sortu, Arnaldo Otegi también se ha solidarizado con los presos de ETA a los que ha denominado “presos políticos vascos” y a los que ha asegurado que confía en que el nuevo tiempo que se abre en Euskadi permita conformar “una Euskal Herria sin presos políticos”.