“Éste es el año en el que acaba un proceso y empieza una era, una nueva era en la historia de Cataluña”. Así de convencido se ha mostrado el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en una conferencia pronunciada con motivo de su primer año de mandato en la que ha insistido en sus motivos para no asistir a la Conferencia de Presidentes de este martes y ha reclamado a los catalanes un nuevo impulso ciudadano para proclamar la independencia.

Puigdemont ha asegurado que 2017 será el año en el que se hará realidad “una Cataluña libre, rotundamente libre, más prospera y más justa con sus hijos, más solidaria con el mundo, más democrática y puesta al servicio del ideal de la mejora del mundo”. Y ha advertido que esa transformación debe ser fruto del compromiso de todos los catalanes.

El referéndum para conseguirlo será “vinculante”, según Puigdemont, porque el Parlament y el Govern se han comprometido ha aplicar su resultado; y será “válido porque lo validarán los ciudadanos con su participación”. El presidente catalán ha resuelto así los condicionantes que le ponen quienes defienden un referéndum pactado, como Ada Colau y los comunes, y se ha mostrado convencido de que “será válido especialmente para la Unión Europea, que debe hacer honor a su tradición de servicio a la paz. Si los ciudadanos participamos y emitimos mensaje claro será vinculante”.

Independencia íntima

En su alegato en defensa de la independencia, Puigdemont ha asegurado que es “es un propósito muy ambicioso, pero a la vez trepidante, que no depende de la política, depende de todos”. Y para convencer a los dudosos, ha acuñado un nuevo concepto -“la declaración íntima de independencia”- para explicar la conversión a la que a su juicio está llegando una mayoría de lo catalanes.

El presidente catalán ha hecho estas afirmaciones en un Teatro Romea repleto pero también con sonoras ausencias. Entre las más destacadas, la de su vicepresidente y líder de ERC, Oriol Junqueras. Tampoco ha acudido a la cita la portavoz del Govern y copresidenta del PDCat, Neus Munté, aunque sí estaban los consejeros Toni Comín, y Carles Mundó, de ERC, y los ex convergentes Santi Vila y Jordi Jané. Más allá de los miembros del Govern, la número dos de ERC, Marta Rovira, el portavoz del PDCat en el Congreso, Francesc Homs, y el líder de Ómnium, Jordi Cuixart.

Puigdemont ha pronunciado la conferencia apenas doce horas antes del inicio de la Conferencia de Presidentes a la que ha rechazado asistir, pese a las recurrentes invitaciones tanto del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como de la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría. Y se ha referido a esta negativa para justificarla porque no se ha incluido en el orden del día la reivindicación catalana, el retraso en la reforma del modelo de financiación o la negativa a convocar este foro durante los últimos cuatro años por parte del Gobierno.

“Hemos salido del régimen común, se ha acabado el café para todos, pero algunos se empeñan en no enterarse. Para ellos va el pollo” ha concluido el president.

Horas antes se había dirigido a Mariano Rajoy por carta, una misiva convenientemente publicada esta tarde por El Nacional.cat en la que afirma su disposición al diálogo, poniendo como primer punto del mismo la celebración del referéndum de independencia. El presidente catalán añade además la posibilidad de hablar de todos los problemas que el Gobierno de Rajoy “se ha negado a afrontar de forma verdadera, más allá de los anuncios".