El Gobierno de Mariano Rajoy ha vuelto a dar muestras de querer acercarse al Ejecutivo de Iñigo Urkullu y al nacionalismo vasco. El actual delegado del Gobierno en el País Vasco, Javier De Andrés, ha comunicado este lunes que la Administración del Estado ha retirado una treintena de recursos presentados contra otros tantos ayuntamientos vascos por comunicarse únicamente en euskera en sus relaciones oficiales con otras administraciones.

Durante su primera comparecencia pública tras asumir el cargo, De Andrés ha asegurado que la decisión se adoptó por su antecesor, Carlos Urquijo, después de que una sentencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco diera la razón a un ayuntamiento vasco que defendió su derecho a presentar sus escritos únicamente en euskera, como lengua oficial que es de la Comunidad Autónoma Vasca. En la sentencia, el tribunal consideraba que la decisión era ajustada a derecho al tratarse de una lengua oficial y que sólo si la administración destinataria solicitaba mantener la comunicación también en castellano ésta debería hacerlo.

De Andrés recuerda que la decisión se adoptó en torno al mes de mayo, si bien no la ha dado a conocer hasta esta mañana pese a que el propio lehendakari Iñigo Urkullu le instó a su retirada en la reunión que ambos mantuvieron el pasado 18 de enero en Lehendakaritza. De esta manera, la decisión la habría adoptado su antecesor, Carlos Urquijo, el mismo que interpuso los recursos contra los municipios.

La delegación del Gobierno en Euskadi retira una treintena de recursos interpuestos contra los ayuntamientos que se comunicaban sólo en euskera

La decisión había quedado cuestionada en el proceso abierto contra la Ley Municipal aprobada por el Parlamento Vasco y que a punto estuvo de recurrir ante el Constitucional el Gobierno de Rajoy. Finalmente, el nuevo clima de acercamiento entre los dos ejecutivos permitió que el Gobierno del PP renunciara a remitir ante el Alto Tribunal algunos de los artículos de la citada Ley municipal -la de mayor relevancia de las aprobadas por el Gobierno del PNV la pasada legislatura- y en la que se permite que un ayuntamiento se comunique únicamente en una de las dos lenguas oficiales de Euskadi.

Una nueva Ley Municipal 'salvada' por Rajoy

El caso que motivó el cambio de posición de la Delegación de Gobierno hacía referencia al Ayuntamiento de Aretxabaleta (Guipúzcoa), que logró que la Justicia le avalará en su deseo de comunicarse únicamente en euskera con el resto de administraciones. El recurso interpuesto por el Estado fue desestimado el 25 de mayo pasado. Poco después se procedía a retirar la treontena de recursos que se habían interpuesto.

El origen de este conflicto administrativo se remonta a 2014, cuando la delegación del Gobierno interpuso su primer recurso contra el Ayuntamiento de Mendexa, una pequeña localidad vizcaína contra la que la delegación del Gobierno había presentado una denuncia por remitir su información únicamente en euskera. Un juzgado Contencioso-Administrativo de Bilbao dio la razón inicialmente al la Abogacía del Estado. El proceso se inició después de que la Subdelegación del Gobierno en Vizcaya cuestionará que Mendexa se comunicará con ella únicamente en euskera. La juez, en una sentencia fechada en mayo de 2014, consideró que  la normativa vigente -la Ley de Bases de Régimen Local y la Ley vasca de Normalización del Uso del Euskera- obligaba  a que las "notificaciones y comunicaciones entre las administraciones públicas deben realizarse "en bilingüe, por imperativo legal", ya que "no cabe obviar que la remisión de las copias o de los extractos de los actos y acuerdos municipales (...) tiene por finalidad su conocimiento oficial" para que la Administración pueda "verificar que dichos acuerdos no menoscaban competencias estatales o no son contrarios a la normativa estatal".

Ahora, con la nueva Ley Municipal vasca, aprobada en abril de 2016, el escenario en torno a esta cuestión se ha modificado sustancialmente y más después de que el Gobierno renunciara a recurrir el articulado referido a esta cuestión, y que ahora sí permite la comunicación sólo en alguna de las dos lenguas oficiales. Esta ha sido una cuestión de especial fricción entre las dos administraciones. Desde el Gobierno y el PNV se ha denuciado lo que se considera un ataque a la oficialidad del euskera, los recursos que por su utilización en exclusiva fue interponiendo el anterior responsable de la Delegación del Gobierno en Euskadi, Carlos Urquijo.

Los gestos en torno al euskera ya se produjeron durante la toma de posesión de Javier De Andrés, en un acto presidido por la vicepresidenta del Gobierno, Sor5aya Sáez de Santamaría, el nuevo titular de la Delegación juró su cargo en las dos lenguas oficiales. De Andrés ha mostrado una mayor cercanía con el euskera, no en vano su mujer es profesora en una ikastola.