Fueron su salvavidas y ahora tienen en su mano no volver a cederle al asidero. El alcalde de Vitoria, Gorka Urtaran, del PNV, ocupa hoy el sillón del puesto de mando del consistorio alavés gracias al apoyo que le otorgó EH Bildu en junio de 2015. En realidad, su formación fue la tercera fuerza en las últimas elecciones municipales, lejos del PP, cuyo candidato a reeditar la alcaldía, Javier Maroto, se impuso pero no logró el respaldo suficiente al unirse la oposición en pleno para forzar lo que denominaron “el gobierno del cambio”.

Apenas año y medio después, la sintonía entre el PNV y la izquierda abertzale ha saltado por los aires. El motivo, la negativa de la coalición soberanista a respaldar los presupuestos de Urtaran para 2017 y que tumbó la semana pasada. Una circunstancia que han provocado que el alcalde de Vitoria recurra a la moción de confianza como último resquicio para salvar no sólo sus cuentas sino su posición como alcalde y la de su partido tras haber recuperado la alcaldía vitoriana 13 años después de abandonarla.

La decisión de Bildu de no apoyar los presupuestos de Vitoria para el próximo año habían provocado un profundo malestar en el PNV, que consideraba una contradicción haber defendido la necesidad de un cambio en la capital y no facilitar que éste se ponga en marcha. Los nacionalistas recuerdan que prorrogar los presupuestos supone dejar en la cuneta los proyectos incluidos en él para el próximo año y que facilitaban la transformación de la ciudad. La izquierda abertzale había rechazado el proyecto por considerar que incumplía los compromisos de cambio acordados para hacer al candidato del PNV alcalde.

PP y Bildu tendrían que consensuar un candidato alternativo para tumbar al alcalde del PNV

Finalmente, Urtaran ha optado por recurrir a una argucia prevista en la Ley de Régimen Electoral por la cual un alcalde puede someterse a una cuestión de confianza y que en caso de salvarla supondría la aprobación automática de sus presupuestos. En caso de no lograrlo, la oposición tendría un plazo de 30 días para consensuar un candidato alternativo. Si no lo logra, el alcalde en funciones sería ratificado y sus cuentas aprobadas.

El precedente de Odón Elorza y la vía de Ada Colau

En el caso de Urtaran, actualmente gobierna en minoría con sus cinco concejales y el apoyo de los cuatro del PSE. Entre ambos tan sólo suman 9 de los 27 concejales del pleno municipal. De este modo, la estrategia planteada ahora, y que ya fue utilizada por el ex alcalde de San Sebastián Odon Elorza en 2004, -y ahora por la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau- le abre la puerta a sortear la situación de bloqueo. Para superar la moción de confianza Urtaran requeriría el respaldo de alguna de los dos grupos mayoritarios de la oposición, EH Bildu (6 concejales) o el PP (9 concejales). Ambas formaciones parece complicado que puedan consensuar un candidato alternativo, de modo que la vía más probable pasaría por un acercamiento entre PNV y PSE con la izquierda abertzale y reconducir las diferencias presupuestarias.

El ex alcalde de San Sebastián, Odon Elorza recurrió en 2004 a esta argucia legal para aprobar sus cuentas

El propio Urtaran se ha mostrado hoy dispuesto a tender la mano a Bildu para buscar un entendimiento, disposición que también mostró anoche la portavoz de la izquierda abertzale en el consistorio, Miren Larrion. También desde el PP se ha manifestado estos días su disposición a dialogar con el PNV para dar una salida a la situación generada.

El alcalde ha señalado esta mañana, al anunciar su decisión, que no pueden ser los ciudadanos “los paganos de las trifulcas políticas” en el consistorio. Desde el PNV se recuerda que no electos en el consistorio no lo son “para perder el tiempo ni para calentar sillones, nos eligen para que seamos valientes”.

El pleno y votación de la moción se producirá el lunes. Rodeado de los concejales de la corporación, el alcalde se ha mostrado convencido de que logrará que “la ciudad que no se pare”. Asume los riesgos de la operación. Para minimizarlos ha adelantado que iniciará de modo inmediato una ronda de contactos con todos lo grupos con representación municipal.