El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, volverá a prohibir la entrada en el país a través de una orden ejecutiva a los ciudadanos de seis países de mayoría musulmana, según ha confirmado su asistente Kellyanne Conway. Los procedentes de Irán, Siria, Libia, Somalia, Sudán y Yemen no podrán entrar en el país durante 90 días, y los refugiados de estos mismos estados no tendrán derecho al asilo durante cuatro meses.

La limitación a la inmigración desde países de mayoría musulmana fue una de las primeras medidas de Donald Trump tras llegar a la Casa Blanca, aunque su orden ejecutiva fue paralizada después en los juzgados. En esta ocasión el nuevo decreto, que según fuentes gubernamentales citadas por los medios norteamericanos entraría en vigor el 16 de marzo, no incluye la prohibición ni de viaje ni de asilo a los ciudadanos de Irak. Del mismo modo, los refugiados sirios tendrán, como los del resto de países incluidos en la orden ejecutiva, limitado el derecho al asilo durante 120 días, y no indefinidamente como establecía la orden anterior.

Conway ha confirmado también que aquellos ciudadanos originarios de los países afectados que vivan en Estados Unidos como residentes legales permanentes no sufrirán consecuencias de ningún tipo. La nueva orden da un margen de ejecución de 10 días para evitar el caos generado en los aeropuertos tras la entrada en vigor de la anterior orden ejecutiva, que provocó diferencias de criterios, devoluciones exprés y numerosas escenas de tensión, confusión y protesta en los puntos de acceso al país.