El PP y la coalición de gobierno PNV-PSE han confirmado esta mañana un acuerdo para dar luz verde al proyecto de presupuestos del Ejecutivo de Iñigo Urkullu para este año. El anuncio hecho hoy por populares y nacionalistas confirma lo que en las últimas horas ambas partes daban por hecho. El compromiso adquirido pasa por modificar partidas por importe de 25 millones de euros de un total de 11.000 millones en los que se cuantifica el proyecto presupuestario. El PP promoverá cambios relacionados fundamentalmente con materias de Empleo y de ayudas a la familia. Las modificaciones e formalizarán a través de enmiendas parciales que tanto el PNV como el PSE respaldarán previa negociación antes de su votación. El consejero de Economía y Hacienda, Pedro Azpiazu ha anunciado esta mañana el "acuerdo marco" y ha asegurado que la vía acordada pasa también por el rechazo del resto de enmiendas que puedan presentar los otros dos grupos de la oposición, tanto EH Bildu como Elkarrekin Podemos. La sintonía entre las dos formaciones de gobierno y el PP se ha ido materializando y consolidando en las últimas semanas. Desde el PP vasco, su presidente, Alfonso Alonso ha asegurado que este acuerpo sitúa a su partido como un elemento determinante “para inclinar la balanza en Euskadi”.

Desde el Gobierno vasco y el PNV se ha insistido en que el acuerdo no supone ningún cambio en el proceso que se lleva a cabo en Madrid para recabar un posible acuerdo de los nacionalistas a la cuentas de Mariano Rajoy. Así, Azpiazu ha afirmado que no han existido “dos mesas paralelas ni vinculaciones de un proceso y otro”. Ha rechazado que el respaldo del PP a Urkullu deba tener necesariamente una contraprestación de cara a la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado, “son independientes”. Ha aclarado que además, las negociaciones en Euskadi se han mantenido entre el Gobierno vasco y el PP vasco mientras que en Madrid los contactos corresponden al Ejecutivo de Rajoy "y el grupo vasco". Azpiazu ha destacado la disposición que desde el primer momento ha mostrado el PP vasco para entenderse. En su opinión, las exigencias hechas por la formación de Alonso es asumible ya que no se sale del actual proyecto de presupuestos y por tanto se podrán plasmar en enmiendas de modificación parcial "con relativa comodidad".

El Gobierno vasco asegura que no existen "dos mesas paralelas" de negociación en Euskadi y Madrid

El próximo día 30 se votarán las enmiendas a la totalidad, que Podemos ya ha anunciado que presentará, y el día 11 de abril las parciales. Sólo saldrán adelante las presentadas por el PP.

El acuerdo se alcanzó anoche tras concluir la reunión que el Gobierno vasco y el PNV mantuvieron con EH Bildu y en la que se constató las diferencias y la imposibilidad de alcanzar un pacto para sumar a la izquierda abertzale. Una reunión entre el lehendakari y el equipo de Azpiazu constató que el PP era la única opción "alternativa" viable para alcanzar la mayoría que requiere la aprobación de las cuentas en la Cámara de Vitoria y de la que PNV y PSE están a un sólo escaño. Aunque bastaría la abstención del PP, el acuerdo no ha determinado por ahora el sentido del voto de los populares. Las exigencias, fundamentalmente en materia de fiscalidad y de políticas sociales, hechas por las otras dos formaciones de la oposición -EH Bildu y Podemos- se han constatad en la principal barrera para el entendimiento.

Más aún, el PNV emitió un duro comunicado en el que reprochaba a la coalición que lidera Arnaldo Otegi de haber seguido la directriz del sindicato nacionalista ELA quien recriminó a Bildu que se estuviera pensando respaldar el proyecto de cuentas de Urkullu. A ello se suma la fractura que la demanda de una reforma fiscal ha provocado entre las formaciones de izquierda y derecha. El PP se ha mostrado contrario a impulsar una reforma fiscal que además cuenta con las reticencias de las tres diputaciones forales, en manos del PNV.

"Inclinar la balanza"

Durante una comparecencia esta mañana el presidente del PP, Alfonso Alonso se ha felicitado de la capacidad de su partido de poder “inclinar la balanza” hacia el favorecimiento de políticas de empleo y frenar los intentos por “ahogar con más subidas de impuestos” que reclamaban partidos como Podemos o Bildu. Alonso ha señalado que el PP se ha demostrado como un partido “útil” para garantizar la estabilidad y “frenar políticas radicales”. Ha subrayado que por ahora la negociación “es en exclusiva” con el PP en Euskadi y desvinculado del proceso paralelo que se ha iniciado en el Congreso de los Diputados. Alonso ha explicado que con este acuerdo espera que, en la situación política actual de Euskadi, el PP pueda "inclinar la balanza, ser decisivos y ser útiles" hacia una posición "pragmática, realista y moderada", consiguiendo alcanzar un acuerdo entre partidos políticos "muy diferentes" como son el PNV, PSE y PP, pero que comparten "algunas características respecto a su vocación institucional": "Podemos llegar a un acuerdo frente a una alternativa populista que está representada con fuerza en la Cámara vasca", ha subrayado.

Alfonso Alonso destaca que el PP demuestra así que puede ser "determinante y útil" en la política que se haga en Euskadi

Desde el Gobierno vasco se ha acusado a EH Bildu de no haber formulado propuestas concretas que permitieran haber acercado posiciones. Azpiazu ha lamentado que sus aspiraciones se limitarán a una exigencia de reforma fiscal y unas modificaciones cuantificadas en 164 millones pero sin precisar "de qué forma". "No ha habido elementos para poder explorar un acuerdo y, a priori, sus exigencias podrían condicionar la aprobación del presupuestos en los plazos establecidos para este ejercicio". Pese a ello, Azpiazu ha señalado que EH Bildu ha dejado abierta la puerta para buscar el entendimiento con el Ejecutivo en otros ámbitos.

Respecto a Elkarrekin Podemos, el consejero de Economía y Hacienda ha señalado que sus planteamiento no podían aceptarse por incluir, entre otros aspectos, "recargos tributarios en el Parlamento Vasco con carácter urgente y aumentar la renta de garantía de Ingresos en un 15%". Unas "líneas rojas" que se le plantearon al Gobierno y que éste ha calificado de "inasumibles