El ex presidente de Kutxabank, Mario Fernández, y el ex delegado del Gobierno en el País Vaso, Mikel Cabieces, han sido condenados a seis meses y un año de prisión, respectivamente, por un delito de apropiación indebida. La sección sexta de la Audiencia Provincial de Bizkaia ha dictado sentencia del llamado 'caso Kutxabank' en el que también ha sido condenado el abogado Rafael Alkorta, quien habría participado en la contratación irregular, y con fondos de la entidad financiera, de Cabieces al facilitar su despacho para llevar a cabo la operación. El juez da por acreditado que Fernández actuó de “forma personal y al margen de la entidad” que presidía para utilizando fondos de Kutxabank abonar durante casi tres años un total de 243.52 euros al ex delegado del Gobierno. La sentencia absuelve a los tres acusados del delito de falsedad documental. Las acusaciones ejercidas por la Fiscalía y la acusación particular habían solicitado penas de entre dos y tres años de prisión.

Según el relato de hechos probados detallados en la sentencia conocida esta mañana, Fernández actuó después de recibir la llamada de un alto representantes de un partido político y en la que se le instaba a darle una salida laboral a Mikel Cabieces, quien habría sido relevado de su cargo en la Delegación del Gobierno tras la llegada de Mariano Rajoy en 2011. Fernández reconoció en la vista oral que la recolocación de este tipo de altos cargos en Euskadi era una práctica habitual y que él se sentía en la obligación de cumplir con una “función social” para corresponder a personas que habían estado en cargos especialmente amenazados por el terrorismo en el País Vasco.

Sin embargo, en la sentencia se detalla cómo lejos de valerse de los mecanismos propios de la entidad para buscarle una ubicación laboral, procedió a actuar de modo “personal” y recurriendo a un despacho de abogados con el que trabajaba Kutxabank con el fin de dar “cobertura formal” a los pagos que a razón de 5.783 euros mensuales debían hacerse a Cabieces y que procedían de fondos del banco. En la sentencia se asegura que Fernández fue “consciente” y aceptó “el perjuicio económico que iba a suponer par la entidad” su decisión. Sin embargo, se le aplica un atenuante que rebaja a seis meses su condena por haber devuelto la cantidad abonada a Cabieces. Mario Fernández ya ha anunciado que recurrirá la sentencia para preservar su "honor".

Además, el juez señala cómo el propio Cabieces, cooperador necesario, que comenzó a percibir estas cantidades de marzo de 2012 a octubre de 2014, le fue asignado al citado despacho de abogados de Alcorta&Asociados, instalaciones a las que sólo acudía “esporádicamente”.